«Todos los dolores pueden ser sufragados si los ponemos en una historia o contamos una historia sobre ellos, dice la baronesa». Así lo señala la novelista Ángeles Mastretta en su columna de la revista Nexos.
No sé a qué baronesa se refiera: ¿a la escritora de Orczy? ¿a la coleccionista Thyssen? ¿a la rampante? Sin embargo, la frase es suficientemente buena para que valga citarla aun sin conocer la fuente primaria, ustedes perdonarán.
Me quedo con el corazón del concepto: los dolores se conjuran (al menos en parte) si los pones en una historia y luego la cuentas. Voilá.
En ocasiones, la búsqueda de la historia es el detondaor de la emoción. Pero para buscar historias se necesita corazón. Averiado, sufriente, adolorido, el corazón es un motor en el mar de la realidad. Sí es una buena frase. Y añadiría, el meollo es poder internarse en las historias que nos ocurren sin trivializarlas. Tu vecino, casi ex vecino.
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Coincido: sin corazón no hay nada que hacer, porque ni se encuentran historias ni se pueden escribir las que por azar se ponen en el camino.
Abrazo, vecino
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dicho así, pues nos ponemos a contar historias…
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Venga, que para eso usté es un maestro…
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Hombre, sufragados no se, sirve como desahogo vale, pero si los problemas desaparecieran por contarlos nadie los tendría.
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Quiero hacerme a la idea de que es así, creer que la literatura ayuda a vivir…
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Reblogueó esto en Mayant.
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