«Tanto viajar
las palabras
para que al regreso
nombren mar al agua
y pensamiento
al temor de quedarnos solos.»
-Salvador Alanís, «Observatorio», Del paralaje (Ediciones del Equilibrista)
Pasa a veces que las palabras no ayudan a quien escribe, juegan a las escondidas y resulta imposible hallarlas. Entonces uno acaba diciendo lo que no quería. Pasa tanto.
Me acabo de recordar un bonito poema que comienza diciendo
Disculpadme que en mi vida solo haya ido cosechando palabras…
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No lo conozco pero sí, aplica.
Bienvenido por estos renglones, saludos…
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No sé si estoy tan de acuerdo con Salvador. Sí lo estoy contigo, no pocas veces ellas juegan a las escondidas y uno termina diciendo lo que no quiere; eso puedo firmarlo al pie. Aun así, bien vale la pena correr el riesgo.
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Vale la pena el intento y tampoco tenemos muchas otras opciones: si no intentamos decir lo que queremos, sacar de dentro lo que clama por salir se nos pudre dentro y huele muy mal…
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Cierto!! suele pasar cuando las musas se vuelven terrenales y… Las pala… Quier… Ser esc… Por un… En fin. jejeje
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Pasa, sí, con más frecuencia de la que uno quisiera!
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Si pasa, ellas juegan con nuestra voz.
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Y también se divierten haciéndonos desatinar…
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Bueno, eso también. Pero nos dan más satisfacciones que malos ratos.
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Absolutamente de acuerdo!
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Mil besos
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Algunos psicólogos lo llamarían ‘acto fallido’ a esto de decir lo que uno no quería -aunque tal vez en el fondo sí! 🙂 igualmente, también ocurre muchas veces que la diferencia entre lo que uno quiere decir y lo que el otro interpreta se encuentra en las subjetividades y entonces, como dice Sartre: «si dos están de acuerdo es por un malentendido»… se aplica a que dos entiendan los mismo creo yo 🙂 Saludos!
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Sí, perfectamente puede ser así, gracias por la aportación al tema. Ahora me acuerdo de la primera vez que oí el término «acto fallido»: estaba en el primer semestre de la carrera en Letras y una maestra nos hablaba de la muerte de la escritora mexicana Rosario Castellanos. Dijo que murió en un accidente doméstico pero que en realidad había sido un «acto fallido», porque llevaba tiempo deprimida. Llegué a casa a buscar el significado, me impresionó muchísimo. No lo recordaba, hasta ahora que te leo…
Abrazo!
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