Sé demasiado de tu cuerpo

Orazio Centaro
Orazio Centaro

Sé demasiado de tu cuerpo,/

de cómo crece en mí/

y trae el amanecer,/

de por qué sonríe en la noche mutilada,/

de cómo vive a unos pasos de sí mismo,/

de ante qué bulle y se agita./

Lo que me asombra/

es su manera peculiar de dejar rastro:/

derramándose.//

 

-Julia Santibáñez

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

16 comentarios sobre “Sé demasiado de tu cuerpo

  1. ¡Qué maravilla! De lo que he leído tuyo es el que más me gusta hasta ahora. De esos textos que uno siente tan retumbándole dentro que piensa «hubiese podido escribirlo yo» (si fuera capaz, por supuesto).

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    1. Muchas gracias por la nominación, la agradezco en lo que vale aunque por desgracia no puedo recibir el Liebster porque el blog rebasa el número de seguidores permitido. De todas formas, muy muy feliz de que te guste lo que aquí encuentras!

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      1. Muchas gracias niña, igualmente me he hecho seguidora tuya proque me ha gustado tu blog si quieres saber novedades de Barcelona y Madrid o truquitos de Belleza ya sabes me sigues y siempre estarás informada de lo que pasa. Besito y muchas gracias tu blog es muy guay

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  2. Menos mal que no eres poeta D.; sino el destinatario de estas letras (que sí, se parecen a un poema ¿no? Es decir esas cosas que escriben los poetas) ya se estaría derritiendo. Ten cuidado que por estos sures ya está entrando, poco a poco, el verano.
    Mis respetos, hija de Erato.

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      1. Entonces el poema es ya una premonición o una expresión de deseo…
        De las muchas personas con las que uno se cruza aquí, eres la única a la que me gustaría conocer en persona. Tuve y tengo la sensación de que algún día eso ocurrirá y que podremos charlar en una cena o algo así junto a tu Valentino porteño y a quien me toque en suerte tener a mi lado (o a nadie, qué más da).
        En estos momentos estoy pasando por un trago bastante amargo y he decidido –o alguien lo ha decidido por mí, alguien a estado empujándome con fuerza y tesón– dejar, otra vez (y con la finalidad de proteger mi salud física y psíquica) mi querida ciudad. Una opción es Buenos Aires, otra –la que más me atrae– es algún país extranjero. Por mi bien debo irme (toda mi familia está de acuerdo con que es lo mejor, más allá del dolor que esto nos produce a todos) aunque aun no sé adónde.
        Así que quién sabe, tal vez en tu próximo viaje a NY puedas encontrar a un taxista argentino que esté escuchando a Piazzolla mientras atraviesa el puente de Brooklyn.
        si puedes y quieres, borra este comentario, tal vez no sea éste el sitio adecuado para estas impertinencias.

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      2. Lamento mucho leer que estás en ese cruce obligado de caminos, querido amigo. No caeré en el lugar común de decir «por algo pasan las cosas», pero sí creo firmemente que cuando una puerta se cierra otra se abre y en ocasiones el nuevo escenario es mucho más agradable que el que dejamos atrás. Confío en que sea así contigo en este caso y que el dolor que estás pasando se vea atemperado por un ambiente de paz.
        En cuanto a conocernos, como diríamos en México, «ya me vi» (es decir, me gusta tanto la idea que ya me la imaginé). La cena a tres o cuatro voces que propones se me antojó una barbaridá, porque además tu nombre ya le es bastante familiar a mi «Valentino porteño», como lo llamas. Esta vez voy a BAires muy de prisa, apenas tres días, con lo que resulta impensable intentarlo, pero la siguiente ocasión que vaya para allá tratemos de ver si coincidimos o, quién sabe, quizá el país extranjero al que la vida te envíe sea México!!!!
        =) =) =)
        (se va feliz, canturreando un tango…)
        Abrazo inmenso

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