«Una cerdita jamás olvida al macho que la desvirgó. Sin embargo, me pedía hombres, perdón, cerdos. Me exigía cerdos. Montones de cerdos. Era insaciable. No podía parar. Mientras otras acumulaban abrigos, zapatos, vaijllas, Leonorcita recorría kilómetros y kilómetros de miembro de marrano».
Ésta es mi primera lectura del año y lo que puedo decir es que resulta efervescente. Como un Alka-Seltzer en agua, La marrana negra de la literatura rosa (Sexto Piso) arroja burbujas enloquecidas con las que uno hace caras, pero se vuelven parte del cuerpo y al final atesora porque aligeran la digestión.
Ricamente escrito, este segundo libro del mexicano Carlos Velázquez se compone de cinco cuentos inflamados, que se regodean en el desenfreno: una vestida «bien perra» que quiere operarse la nariz para ser reina del Miss Gay, un músico con síndrome de Down al que sus compañeros quieren quitar lo virgen, una adicta que odia los tamales y a un lado de cuya alma «nunca le pega el sol», un marido harto que se aficiona al club de las vestidas embarazadas, una cerdita cuasininfómana que dicta novelas de amor homosexual. Los personajes repelen por virulentos y a veces su otra vuelta de tuerca parece excesiva, como la de la jota fallida que se suma al desfile gay. El problema es que aunque choquen y sepan mal, se vuelven necesarios. Es porque, igual que las pastillas antiácido, ayudan a tolerar la indigestión de realidad, de esa cruda cotidianeidad que provoca tantas flatulencias como unos tacos de carne de cerdo que flotan en grasa. A fuerza de humor y agudeza, los personajes de La marrana negra… hacen que uno eructe solemnidad pero luego le pierda un poco el miedo a los atracones de realidad mexicana. Y eso se agradece. Mucho.
Aquí el enlace a lo que escribí sobre El karma de vivir al norte, estupendo libro de crónicas del mismo autor: http://wp.me/p1POGd-2qv
Estupendo, me lo anotó a mi lista de pendientes por comprar.
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No tiene una coma de desperdicio!
Abrazo
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Desnuda y cruda reseña del libro, pero creo que es bueno que, a veces, la literatura no sea sólo almibarada. Un saludo.
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Este escritor es fantástico, agudo y todo, menos almibarado. En este momento del país resulta una maravillosa coincidencia.
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Perdona mi ignorancia, pero desconozco lo que pasa en tu país excepto por las noticias y esas…, otro abrazo.
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No quieres saberlo, es una historia de sangre, violencia, dolor y muerte.
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Pues creo que es un gran país que no se merece eso. Saludos.
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Sin duda, ninguno.
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Me fascinó. Hay que leer ese libro aunque no sea un marrano. oink oink oink fruu fruuu.. u
🙂 Besos belleza de ojos de arcoíris!
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Abrazo…
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