Lo que me empuja a escribir

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Mentalmente releo la carta que he repasado tantas veces, la que escribí un 19 de enero de hace 30 años, cuando en el hospital mi papá empezaba la guerra contra lo inevitable.

Era una carta desesperada. Le pedía no morirse, aguantar por mí, no dejarme. Le recordaba lo central que era en mi historia, le suplicaba honrar nuestra complicidad, ofrecía mis fuerzas a cambio de sus heridas. Tres meses después fue derrotado, como todos, y me dejó la vocación de llevar su recuerdo conmigo a todas partes, inquieto habitante de mis días.

Esa carta inauguró mis afanes de escribir para realmente vencer a la muerte, cosa que cada día se anuncia más difícil. Pero no cedo en el intento.

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

34 comentarios sobre “Lo que me empuja a escribir”

  2. Ceder nunca, querida; jamás. Ceder es comenzar a dar por perdida la batalla, y eso es un lujo que no podemos permitirnos (me permito el plural porque sé, que de algún modo, la batalla que libramos es la misma). Uno tiene en su mente esas imágenes o esas palabras que usa de manera constante porque condensa todo un ideario, toda una postura. Seguramente me habrás oído nombrar más de una vez aquella historia que decía que los vikingos peleaban cantando. pues esa idea apareció otra vez al leer tu post. «Me vas a vencer, tarde o temprano vas a salirte con la tuya; pero me vas a encontrar de pie. De rodillas nunca». Eso fue lo que sentí con tu entrada pero, sobre todo, con la última oración.
    Perdón por la digresión.
    Abrazo.

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    1. Nada de perdón, que no es ninguna digresión, querido. Transcribes bien el sentir, es justo así. Increíble cuántos subtextos compartimos, por eso no deberían sorprendernos nuestras muchas coincidencias.
      Abrazo

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  5. Un padre siempre es un buen motivo para escribir. Intentar vencer a la muerte también. Yo creo que, sea el motivo que sea que nos empuje, siempre hay un intento de trascender, que es como procurar la inmortalidad, sabiendo que ésta es inexistente. Yo siento que tu carta no consiguiese su propósito, pero me felicito porque eso no te hiciese dimitir de este oficio con el que tanto me haces disfrutar. Besos, Amiga.

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    1. Toda la razón, querida. Por eso quienes escribimos nos entendemos, porque partimos del mismo principio perdido: «procurar la inmortalidad». Gracias por estar, por acompañar, por leer.
      Beso tronado

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  7. No, no puedes dejar que nada te venza. Siempre hacia adelante buscando esa inmortalidad que sabemos que no existe, por lo menos de una manera convencional. Al final es posible que la vida nos nos conceda lo que deseamos, pero sentiremos el orgullo de haberlo intentado.
    Sigue escribiendo. Escribir es vivir de la forma que hemos elegido.
    Un abrazo…

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    1. No sé si se vive más intensamente a través de la escritura, pero sí que no entiendo otra forma de hacerlo. De modo que aquí sigo, en el intento perpetuo.
      Gracias, abrazo

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  8. Lamento que un hecho tan terrible fuera el detonante de ese afán que ahora disfrutamos en este rincón. Lo único que se me ocurre es dar las gracias a tu padre y a ti la enhorabuena por manternerlo vivo en tus palabras. Un abrazo!

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    1. Me haces recordar una cita de Ionesco leída hace tiempo, que dice algo así como «Las ideologías nos separan. Los sueños y los dolores nos unen». En efecto, querido amigo, nos entendemos en eso también. Abrazo apretado

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  9. Gracias por compartir un momento tan personal y emotivo. Me alegro de que es pérdida tan dolorosa fuera un impulso para seguir escriviviendo, porque escibir es escrivivir, como dice un querido amigo escritor.
    Un abrazo.

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  12. Me atrapan estas palabras con tanta fuerza,emoción y convicción. Escribir y luchar por escribir hasta morir en el intento, esa es la existencia atada a las palabras. Saludo tus palabras siempre.

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    1. «La existencia atada a las palabras»: lo dices tan bien que no hay nada que agregar. ¿Hay otra forma de vivir? Más bien: ¿hay otra forma de vivir que valga la pena?
      Abrazo, gracias.

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  17. la sabiduría es la capacidad para procesar las señales que se reciben en la vida y convertirlas en la brújula del espíritu….hermoso texto y sabia decisión la tuya para deleite nuestro: ESCRIBIR.

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