Leer entre basura (y salir volando)

Foto: Micah Albert
Foto: Micah Albert

Esta foto fantástica recibió el primer lugar en la categoría «Temas contemporáneos», del certamen de fotoperiodismo World Press Photo del año pasado. El fotógrafo es el estadounidense Micah Albert, radicado en California. En el basurero municipal afuera de Nairobi, Kenia, esta mujer que trata de rescatar algo de los restos urbanos se abstrae del mundo viendo libros (no sé si leyendo u hojeando, no lo especifica).

Me encanta. Quiero creer que la lectura le permite construirse un mundo alterno, mucho menos injusto y sórdido que el de su día a día. Si la literatura no sirve para nada más, sólo el hecho de brindarle a ella esa oportunidad da razón de ser a todos los libros que han sido publicados hasta hoy.

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

28 comentarios sobre “Leer entre basura (y salir volando)

    1. La World Press Photo, con todas las críticas que se le quieran hacer, sigue gustándome mucho y cada año voy a verla cuando llega a México, en el Museo Franz Mayer….
      Abrazo

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    1. Me encanta, sí, aunque no dejo de reconocer que en fondo de mi cabeza existe una sospecha: ¿habrá sido «armada»? (es decir, montada a propósito por el fotógrafo). Ya ves, la desconfianza que a veces asoma la cabeza…

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  1. Reblogueó esto en Poedazy comentado:
    Increíble esta foto, es idílica, esconde entre tantos colores una emoción extraña. Una mujer que se abstrae de las vejaciones de la vida en la lectura, un mundo alterno. Utópico. Sí, allí entiendo que hasta sumergido en un mar de agravios, siempre hay salidas que contrarestan a la sobredosis de realidad.

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    1. Esas fotos me alucinan, las que son cuentos o novelas fijados en una imagen. La cantidad de cosas que me pregunto sobre esta mujer: ¿quién es? ¿Cuál es su historia? ¿Sabe leer? ¿Qué libro es? ¿Qué piensa mientras lo hace? ¿De qué manera le cambia el día? Uffff.

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  2. Uff…tan semejante a un gran bohemio que vive en las calles y arrabales de Cali, carga una mochila grande para lo que recicla, un pequeño bolso donde combina marihuana, bazuco y hasta pegante y pegado a su espalda otro bolsillo con uno o dos libros. Se transporta en el submundo de las carencias, pero disfruta la calle, dice que ahí está lo que necesita. Cuando quiere escapar de ahí, se mete bajo un árbol de un parque, bajo un puente o la lámpara de un sitio que no importa cual sea, saca su libro y se mete en el otro mundo. Me habló mejor de Faulkner que los doctores de la universidad, me metí con él en aguardientes para escucharle su versión de «Mientras Agonizo».. vea pues la vida tiene personajes, su razón de ser es el desarraigo y su levedad delirante tras las letras.

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    1. Qué fascinante lo que cuentas. Claro que ese bohemio leerá a Faulkner con ojos que no imagino, le encontrará otras aristas, recovecos diferentes a cada frase. Me encantaría poder sentarme a conversar con él, la de cosas que aprendería sobre literatura y sobre la vida. ¿No has escrito sobre ese encuentro? Vale mucho la pena!

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  3. Lo que ocurre en la imaginación existe, lo que ocurre en la realidad, es alucinación deseada y entre más cómodo, adecuado y limpio, más basura encuentras y de la peor, la escondida. Que belleza que la mujer de la fotografía no haya olvidado su derecho a la lectura, aunque evidentemente no goza de los derechos básicos.

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    1. «El derecho a la lectura»: qué gran concepto acuñas, perdón que te lo plagie. Los derechos básicos, los de la supervivencia, son vulnerados en cada rincón del mundo. Y, no lo olvidemos, también el derecho a la lectura: hoy por hoy, en muchos lugares leer determinado libro conlleva la persecución o hasta la muerte. Claro que también está la violación pasiva de ese derecho: quien no sabe leer no puede ejercerlo, quien no tiene dinero para comprar un libro tampoco o, peor aún, quien no tiene idea de que un libro le puede representar un instante (o una semana) de alegría. Me dejas pensando, tiene tanto fondo el «derecho a la lectura»…

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  4. Las mujeres fueron siempre las que transmitieron la cultura, las costumbres, el cultivo, la cocina, los hombres estaban demasiado ocupados cazando…, la separación de roles…, ya sabes…, y esta mujer sigue la saga. Gracias por traernos este documento genial. Un abrazo.

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    1. Pues esta mujer se ve que duplica roles: «caza» lo que va a comer y además se acerca a la cultura. Quisiera pensar que también comparte con los suyos lo leído. En fin.
      Abrazo fuerte

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