A una muerta joven

Foto: wallpaper-photo.ru
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Murió Pamela, amiga de la oficina, 24 años, sonrisa inmensa. Me duele su muerte importuna y me duele su mamá, desmayada a mitad del velorio, incapaz de tragar tanto dolor. Pame querida, ya lo dijo Miguel Hernández: tú te fuiste entre flores, nosotros nos quedamos entre ellas. Y no entendemos nada.

«El sol, la rosa y el niño

flores de un día nacieron.

Los de cada día son

soles, flores, niños nuevos.

 

Mañana no seré yo:

otro será el verdadero.

Y no seré más allá

de quien quiera su recuerdo.

 

Flor de un día es lo más grande

al pie de lo más pequeño.

Flor de la luz el relámpago

y flor del instante el tiempo.

 

Entre las flores te fuiste.

Entre las flores me quedo.»

-Miguel Hernández, Cancionero y romancero de ausencias (REI)

 

 

 

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

20 comentarios sobre “A una muerta joven

  1. la muerte es siempre algo que me llena de tristeza y si el muerto es joven me pone peor, es algo que no quiero entender y no es por miedo o porque no quiera morir sino porque no le encuentro sentido

    abrazos querida

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