Guardar el miedo en el cajón

Dania marcha 2

Una marcha más en el México desgarrado por la violencia, pero esta vez voy con mi adolescenta. Ella hace su propia cartulina de protesta y cuando me la enseña se me hace un nudo en la garganta: «#YaMeCansé de que ser estudiante sea más peligroso que ser delincuente». Cómo no. A sus 17 años, está justo en la franja de edad de los 43 estudiantes desaparecidos hace casi dos meses por el Estado y los narcos, que en este país son la misma cosa. No me puedo ni imaginar la desesperación, el terror de perderla, como están sufriendo esos padres. O el dolor de que un día ella diga como el poeta salvadoreño Roque Dalton: «Y así como el común de la gente tiene amigos médicos, aficionados a la magia o cantantes, yo tengo una buena cantidad de camaradas torturados y muertos».

Enfrentando el miedo de una represión a la marcha, junto con varios miles tomamos Avenida Reforma para gritar la rabia de que el país esté empapado en sangre, el hartazgo de años de impunidad y de que quienes deben llevar las riendas del país estén pasmados por implicados. Me niego a quedarme en casa, segura y cómoda, rumiando el coraje: guardando el miedo en el cajón, que nuestras voces se sumen al #YaNoMás que traiga un cambio.

Caminando junto a ella siento que hay esperanza, que el gigante está por despertar.

 

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

21 comentarios sobre “Guardar el miedo en el cajón

  1. ¡Hola, Danioska!
    En este país es lo que necesitamos más: valor y dejar la apatía atrás. No podemos quedarnos con los brazos cruzados y debemos exigir, ya, que se establezca la ley. No hay espacio para seguir posponiendo esto.
    Saludos y felicidades a la Adolescenta (y a ti también). Estoy con ustedes, lo saben.

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    1. De acuerdo contigo, Alberto. Y debe hacerlo a fuerza de conciencia de nosotros, la gente, de compromiso y ganas sinceras de involucrarnos en el cambio. Ojalá seamos capaces de mantener el espíritu en alto hasta alcanzarlo, porque salir a la calle toma un rato, pero transformar de fondo el país requiere mucho más.
      Un abrazo

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    1. En eso estamos, Benjamín, tratando de mantener alto el volumen, de no cansarnos, de vencer el miedo pero también de pensar con la cabeza fría qué es lo mejor para el país. Gracias por la empatía, hace mucho bien.
      Abrazos muchos

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  2. Como siempre, leo tu entrada y también los comentarios y me agrada ver que a todos, de un modo u otro, les has llegado a lo más profundo. A mí, en particular, la unión de la foto y éstas palabras: «A sus 17 años, está justo en la franja de edad de los 43 estudiantes desaparecidos» fueron lo más fuerte (recordarás que mi única niña tiene, también, 17 años).
    También el «me niego a quedarme…» es maravillosamente digno; no hay que olvidar lo que nos dijo Sartre: «No decidir es, también, decidir».
    Un fuerte abrazo para ambas, a través tuyo.

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    1. Las palabras que citas de Sartre me vienen como anillo al dedo en el momento actual, querido. De eso se trata, de dar pasos hacia la acción y no quedarnos resignados en la queja eterna. Gracias por compartir la emoción. Sé que estos temas te mueven a ti también, los hemos comentado muchas veces.
      Abrazo multiplicado (por ella, por mí, por muchos)

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