“Por supuesto, todo esto es un poco complicado. Cuando uno escribe, está acostumbrado a una especie de soledad”, señaló el flamante (y célebre ermitaño) Patrick Modiano, ganador del Nobel de Literatura 2014, sobre el premio que jura no haber esperado nunca. Esto me recuerda lo que me dijo el novelista y cuentista Rodrigo Fresán, a quien entrevisté en la reciente FIL: «Creo que uno se hace escritor porque le gusta estar solo. Es una de las pocas formas legítimas de defender la soledad. Aunque hasta el siglo XIX era algo muy noble, si hoy dices: ‘Quiero estar solo’, la gente se preocupa, pero si dices ‘Quiero estar solo porque tengo que escribir’, todavía te lo dejan pasar».
Como alguien a quien le gusta escribir, con frecuencia busco el espacio aislado que mencionan Modiano y Fresán. Y algo similar aplica a la lectura, mi vicio: para leer necesito retirarme del ruido de la tribu y defender mi reducto en la cueva de paredes silenciosas. Ahí puedo «escuchar con mis ojos» (decía Quevedo) a otros, vivos o muertos, cuyos ecos dan forma a mis voces interiores, vuelven reales las muchas vidas que podría tener. En la soledad acompañada de los libros nacen las palabras que iluminan y dan sentido a lo que pasa afuera de la cueva. Quizá por eso resulta tan adictiva.
(Originalmente publicado en mi blog Deli(b)rios, en el sitio web de la revista SoHo).
Concuerdo que en la soledad puede el escritor puede descender a los infiernos y traer algo consigo. Saludos 🙂
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El escritor a veces trae una tea ardiente, pero la mayor parte de las ocasiones se le apaga en el camino. Es justo el esfuerzo de conservarla prendida lo que algunos llaman «vocación».
Abrazo
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A mí, en cambio, me gusta leer rodeada de personas. Así, si encuentro algún pasaje de esos que quitan el aliento, lo comparto. Escribir (lo confieso) es otra historia.
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Eres heroica, Mar querida, admiro tu capacidad de abstracción para leer rodeada de gente.
Un abrazote
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Totalmente de acuerdo. aunque debo reconocer que admiro esa gente que no solo lee rodeada de gente, sino que para escribir, también necesita de la compañía del otro, aunque no le de ni la hora. Es muy típico por esos lares, que los que gustan de escribir, se sienten en un bar para ello. definitivamente, yo no podría.
abrazote
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Me identifico contigo, me estorba la gente alrededor, tanto para leer como para escribir. En cambio, soy muy feliz de realizar ambas actividades en total soledad. Ahhhhh.
Abrazote para ti
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