Son millones pero minúsculas. Las mariposas Monarca, lígerísimas hojas menores que mi mano, vuelan al rayo del sol o cuando el viento las agita. Me impresiona oír su aleteo multiplicado, sutil y vigoroso, magnífico. La emoción sube por los pies y se me agua en los ojos de verlas ahí, haciendo que las ramas cuelguen pesadas o estallando de naranja el cielo, ajenas a todo pero más dueñas del mundo que nadie.
Nuestro guía indígena, don Ignacio, nos pide que hablemos en voz baja, para no asustarlas. Aunque no lo hubiera dicho, lo único que quiero es callarme y escuchar, mientras se me antoja borrar de un plumazo a la pareja que se ríe fuerte y no entiende nada. Don Ignacio nos explica en un español abollado que «las maripositas» vuelan más de cuatro mil kilómetros desde Canadá y norte de EUA, huyendo del invierno, para refugiarse en estos bosques mexicanos. Y, según dice, regresan al santuario del que partieron sus antecesoras, el de Angangueo, en Michoacán, o éste de Piedra Herrada, en Valle de Bravo, entre otros. Aquí se aparean, los machos mueren y las hembras vuelan de regreso, preñadas, para allá parir y volver a iniciar el ciclo de viaje que nadie se explica.
Recuerdo aquella parte de la Teoría del caos según la cual el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo. Pienso que si eso fuera verdad, este poderoso aleteo de millones podría acabar con el planeta y volverlo a crear. Y seguro el resultado sería hermoso, suave pero vibrante. Quizá por eso intimida.
Fantástica experiencia!! Además, que gusto que se posen así en la mano y poderlas disfrutar tan de cerca.
Besos.
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La experiencia es un lujo total, Alberto!
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La vida, tu vida entre mariposas, el hilo incesante de la evolución que viaja del norte al sur, la velocidad que lleva viento de alas; y tu ahí, rastrea tu cerebro los mecanismos del universo, en el límite de las teorías, tras lo importante que es ser feliz y con la ausencia de los miedos que nos amenazan en las esquinas y desde los escritorios de los mafiosos y los malos gobernantes. La felicidad está escondida tras los vuelos de las monarcas. Te envidio y miro el cielo.
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Qué emoción!!! Imagino a mi niño diciéndome «sssh, ssh!! Ariposasss» 😀 seguro dan ganas de danzar junto a ellas
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Lo intenté pero me sentí tan ridícula y poco grácil que preferí dejarles todo el protagonismo!
Abrazo a ti y al pequeño
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No digas eso Dianoska!! Te hubieras agarrado de las manos de tu adolescenta y a dar y dar vueltas 😀 en el placer no siempre hay tanta habilidad y gracia 😀 hay eso, placer.
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Conocía la historia de esas mariposas aventureras y te envidio por poder disfrutarla en persona. La naturaleza no dejará nunca de sorprendemos (si prestamos atención, claro). Un abrazo de terciopelo, como alas de mariposa.
PD. Una de las palabras más bonitas que hay en catalán (para mí, al menos, es así) es «papallona», mariposa en castellano.
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Las Monarca son una cosa de no creerse, frágiles a morir pero poderosas como nada. Y qué bonito «papallona», supongo que se pronuncia similar al francés «papillon», no?
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Se pronuncia como se escribe, pero haciendo las ‘a’ neutras. En catalán las a y e átonas se pronuncian igual, una mezcla entre las dos. Y hasta aquí la lección de fonética de hoy. 😛
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Vaya, gracias, Bejamín. La familia de mi cuñado, esposo de mi hermana hace más de 30 años, es catalana (y él es como mi hermano), así que pediré clase particular para pulir mi pronunciación.
Abrazotes
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Hermoso espectáculo, santuario que invita al silencio, al regocijo, con los primeros rayos del sol, vuelan los sueños en forma de miles de mariposas. Abrazos querida es una experiencia inolvidable. 🙂
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Inolvidable por completo. Hace 15 años vine por primera vez y recuerdo perfecto la emocion que se desbordaba. Ahora que regreso me vuelve a emocionar y sorprender, qué cosa.
Un abrazo que revolotea
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Hace tiempo vi un precioso documental en 3d sobre las monarca. Me impresionó tanto que volvió a emocionante cuando lo vi años después. Aún sigo viendo sus colores entre las luces y contrastando con el cielo, igual que tus fotos, tan hermosas. Me encanto ver tu piel acariciada por una de ellas. Ver un poquito de ti en sintonía con ellas. Qué hermosa la naturaleza y qué hermoso tu texto.
Benjamín tiene razón, a mi tb me parece preciosa la palabra papallona. En euskara ocurre igual, a la mariposa se le dice «tximeleta» o «pinpilinpausa», que es como que te dan ganas de bailar al oírlo. Besos invernales pero bien calentitos para ti.
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Sí, las Monarca son un espectáculo hermosísimo, querida Li, uno que aletea y sale volando ligero, llevando a uno consigo.
Y en cuanto a las palabras, qué joya me han compartido Benjamín y tú: se ve que en varias lenguas las mariposas despiertan la creatividad. Bellísimas tanto «tximelete» y «pinpilinpausa» como «papallona», a las que añado «borboleta», en portugués. Vaya colección preciosa que les debo.
Muchos abrazos y besos cariñosos, que te acompañen en estas fiestas
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Guau!! Borboleta!!! Me la apunto!! Beeesos!!!!
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Hagamos una lista exhaustiva, Li!
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Decirte que ya me ha gustado el título de esta entrada. Que he sentido a través de tus fotos y texto toda la poesía que entraña esta visión espectacular de la mariposa monarca.
Muchas gracias por hacernos partícipe de ello.
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Es realmente estremecedor estar ahí, Isabel, de verdad. Fotos y texto son apenas un atisbo de la experiencia pero ni hablar, así pasa tantas veces.
Gracias a ti por pasar y comentar, un abrazo.
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Te confieso que he sentido una envidia sana. Me gusta mucho tu blog porque confluyen en él dos artes que me entusiasman, la del lenguaje y la fotografía.
¡Hasta pronto!
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Pues sí, la literatura y la fotografía son dos pasiones que me llenan y frecuento. Como decía, eres muy bienvenida para tomar un café y conversar. Siéntete en casa, Isabel.
Saludos cariñosos
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