Me pasó de nuevo: encontrarme con alguien cuyo rostro me resulta conocido pero no sé su nombre. Estaba en el salón de belleza cortándome el cabello y entró una mujer alta, de miembros delgados y ojos tristes. En cuanto me vio se acercó a mí: «¡Julia, qué gusto verte!». Es incómodo saludar a alguien teniendo el pelo recogido con pinzas, envuelta en una bata de plástico, pero lo fue más porque no tenía idea de quién era. Me preguntó por mi hija y por mi trabajo en la editorial. No supe si hacer evidente mi torpeza y preguntar de dónde nos conocíamos, o fingir que sabía perfecto de quién se trataba. Al final opté por lo segundo (luego me arrepentí): contesté, le pregunté vaguedades y nos despedimos.
Aunque la experiencia pudiera dispararme hondas reflexiones sobre mi torpeza social, salí del salón de belleza con menos cabello y pensando una de esas minucias lingüísticas que amo: necesito una palabra que describa esa sensación de duda. Me puse a buscar y no encontré nada en español, pero sí en lengua escocesa: Tartle nombra «el momento de vacilación al saludar a alguien, porque uno no recuerda su nombre.» No tengo remedio.
Gracias por regalarnos con esta palabra, nunca la hubiera encontrado sin tu ayuda y yo también la he buscado mucho….
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Vaya, veo que somos varios los obsesionados con la lengua. Qué bien, formemos una cofradía para protegernos del frenopático. =)
Saludos
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Hola, un gusto leerte y a mi me ha pasado muchas veces no recuero nombres y mucho menos rostros y por lo regular sigo la corriente jejeje… saludos!!!!
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Pues yo tengo muchísimos Tartles. Me pasa desde siempre. Los nombres se me esfuman, y la situación que describes la he vivido muchas veces. Y sí, es un agobio. Te hace sentir mal. Un beso, querida amiga
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Consuela saber que no soy la única, qué cosa. Es penosísimo y me pasa con mucha frecuencia. En fin…
Abraos
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Hola, un gusto leerte, a mi me pasa muchas veces no recuerdo nombres y rostros, por lo regular yo no pregunto «quien eres» sigo la corriente, me pongo a recordar todo el día quien seria esa persona jejejeje…. Saludos
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Es lo que muchas veces hago, seguir la corriente, pero a veces me gana la honestidad y pregunto. Suele ser mucho mejor para mi paz mental, je.
Saludos
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A todos nos pasa… lo importante es que hay esa palabra que describe el momento… besos y flores doble por tu curiosidad.
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Me encantó encontrar esa palabra, qué joya saber que los escoceses tuvieron a bien inventarla, porDios.
Abrazos para ti
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Ya he vivido experiencia semejante a la que señalas, Danioska, pero en el otro sentido, o sea, yo era la persona que saludaba a una chica que me miraba con cara de asombro, dejando muy evidente que no tenía la más somera idea de la clase de relación que pudiéramos tener los dos.
Sin embargo, ella, ni tonta ni perezosa, rápidamente me preguntó: «¿sigues allá…?» ¿Qué respuesta querría obtener? Era obvio que buscaba, en mi misma respuesta, una pista que aclarara su desconocimiento sobre mi persona: ¿en la universidad donde estudiamos juntos? ¿en la cárcel donde cumplimos pena hacía ocho años? ¿en el manicomio donde me mantuvieron atado durante casi dos interminables años, y ella me curaba las lastimaduras de los vendajes?
Me encanta jugar con esas ambigüedades.
Cordialmente,
Isac Nunes
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Je, qué divertida tu narración. Por lo visto cargas un buen bagaje de historias (empezando por la cárcel y siguiendo con el manicomio), qué polifacético, pero no cuentas qué respondiste a su ingeniosa pregunta, digo, quiero saber si le sirvió para poder ubicarte. En caso positivo, podría robarle la idea. Ese «¿sigues allá?» suena como algo que puedo recordar cuando la emergencia apremie.
Saludos desde la celda…
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Olvido es la palabra ¿no? Quizá no importe si el recuerdo vacila porque falla un instante o más tiempo.
Pero me ha encantado la palabra Tartle.
Gracias.
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No importa para efectos sociales pero, como bien dices, me encantó descubrir la palabrita que se ajusta a la situación como zapato hecho a la medida.
Gracias, un abrazo
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Yo me quedo tartleada en muchas ocasiones, cada día más. Intento saber por qué pero prefiero no preguntármelo. Y qué bien que ya puedo nombrar esa situación o momento. Gracias. Ah, y tengo un separador en la página 15: «Descubrir el alto nombre de tu piel…». Despacio, saboreando, saboreándolo.
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Vaya, qué felicidad que vas leyendo el libro y te va gustando, me saca sonrisas. Habría que buscar en otros idiomas una palabra que describa eso: el gusto de saber que lo que uno escribe le gusta a alguien.
Besos muchos
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Siempre pasa esas cosas. Más que nada porque a veces son personas que no tienes el pendiente de saber el nombre de todas las personas que e rodean. Es algo cotidiano xD
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Sí, pasa mucho, pero eso no lo hace menos incómodo o vergonzoso. Al menos me queda el consuelo de que ya sé nombrarlo.
Saludos
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Jajajaja XD eso si.
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Me pasa constantemente, principalmente por mi mala memoria para los nombres. Y la palabra me resultará útil, ya que vivo en Escocia.
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¡Jajaja! ¿Y habrá una palabra que defina la sensación horrible de estar exprimiéndote el cerebro para tratar de recordar quién es el entusiasta (des)conocido?
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Pues tendremos el honor de inventar su versión en español!
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No sé si hace falta una palabra que lo defina, pero la situación y las sensaciones que la acompñan me resultan muy familiares…¡ay!
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Sí, es una experiencia común, lo que me parece muy interesante es que eso que en español tenemos que contar en muchas palabras, los escoceses digan en sólo una.
Saludos
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