La improbable amistad de Jaime López y Camilo Sesto

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Camilo Blanes, conocido como Camilo Sesto, es el colmo de lo cursi, lo meloso. Y por eso me gusta. Seguro influye que me acompañó en varias tardes de enamoramiento adolescente, con aquello de «Me acostumbré a tus besos y a tu piel color de miel, a la espiga de tu cuerpo, a tu risa y a tu ser». Aunque mis entendederas de los 13 o 15 años no me dieran para mucho.

Pues en esta edición de la revista SoHo, dedicada a la música, Jaime López publica un texto sin desperdicio: «A la salud del amigo Sesto». Jaime me es, a partes iguales y desbordadas, querido como persona y admirado como artista: músico fundamental en la historia del rock nacional, antropólogo urbano audaz e inteligente, loco genial (lo digo para los lectores de otros países, porque los mexicanos que necesiten que se los presente, mejor que saquen pasaporte gringo). En el texto de SoHo una vez más se jala las greñas y rompe el molde: reivindica a Camilo Sesto, dice que le encanta, lo defiende, pues, con esa pluma suya tan sonora, de la que tomo un mínimo fragmento: «Quién no cayó en el profundillo albur secundariano, más bien preparatoriano, de los años 70 del siglo pasado que a quematripa disparaban al cautivo incauto los sacrosantos cábulas bluedemoniacos del callejón sin saliva en el formato de una simple trivia que cuestionaba: «¿Quién es la madre de Camilo Sesto?» «Pos Mama Sesta, güey».» Y luego la frase con la que cierra el artículo: «La poesía no se crea ni se destruye, sólo se trastorna».

De veras, recomiendo mucho el texto. Es una pequeña maravilla textual a la salud de esa amistad que no había imaginado posible.

PD Mañana es sábado de Playlist colectivo. Si quieres participar responde aquí la pregunta: ¿qué canción te recuerda a alguien que ya no está contigo?

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

24 comentarios sobre “La improbable amistad de Jaime López y Camilo Sesto

  1. Yo crecí con Camilo, Leo Dan, Roberto Carlos, Leonardo Favio, Julio Iglesias y un largo etcétera adorado por mi madre y por lo mismo, sonados cada que se limpiaba la casa.

    Respecto a la playlist de mañanita, tengo la rolita de Leonardo Favio «hoy no quiero cantar»

    Abrazooos y geniales tus entradas desde Yucatán!!!

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    1. Segunda canción de Leonardo Favio a la lista! Yo también, todos los que mencionas se oían en casa: los poníamos mi hermana y/o yo. Mis hermanos estaban en otras cosas, más bien música en inglés, mi mamá amaba a Julio Iglesias y mi papá oía otras cosas, mucho bolero, tríos. En fin, en esos nombres está parte de mi historia. Qué rico que gustaran las entradas yucatecas. Un abrazote

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  2. Yo también crecí con el soundtrack de Camilo, Raphael, Roberto Carlos, etc. y siempre les encontré gusto a sus canciones.

    Para el playlist de mañana propongo «Don’t cry – Guns n’ Roses»

    Abrazos musicales.

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  3. Cuando yo tenía nueve años C Sesto fue al festival de la OTI. Coincidió por esos tiempos que un vecino había estrenado coche y nos llevó a mi padre y a mi de paseo al aeropuerto. En eso que nos vemos inmersos en una marea de chicas gritando. Tenía a Camilo Sesto justo a mi lado, altísimo, guapísimo. Me enamoré.
    Recordar esto me ha traído a la memoria los tiempos de mi ni niñez, a mi padre y también a mi vecino del cuarto, que ya no están -se fueron muy pronto-
    Por casualidades de la vida, hace unos años disfrutaba de unos días de descanso en un pueblo de Andalucía, y lo volví a ver. Ya no me pareció tan alto, ni tan guapo, pero volvió a traer al presente la escena del aeropuerto, y me sentí feliz, como entonces.
    No sé quien es Leonardo Favio, pero en cuanto termine de escribir lo buscaré.
    Salu2

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    1. Olé, qué buena anécdota, Mechas Poval. A los ídolos a veces vale más no revisitarlos, o sí pero en el recuerdo, donde siempre son guapos y altos y nos evocan a quienes fuimos. En ese no-tiempo, creo, se vive lo que Amélie Nothomb describe preciosamente en su nuevo libro como «nostalgia feliz». Por cierto, me encantaría si quieres compartir qué canción te recuerda a alguien que ya no está a tu lado, para la Playlist colectiva.
      Gracias y saludos

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      1. En este mismo instante me vino una canción que se titula «Para que no me olvides» la cantaba Lorenzo Santamaría. Aunque siempre, las ausencias perpetuas las preside la sevillana «Cuando un amigo se va» de los Amigos de Gines.
        Salu2

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  4. “La poesía no se crea ni se destruye, sólo se trastorna”. Soy otro de los anacrónicos adolescentes del siglo pasado que tiene a Camilo Sesto como soundtrack de su vida. Me es grato saber que mis viejos amigos comparten esta opinión que guardaba para mis adentros con cierto pudor. Tal vez deberíamos considerar la posibilidad de abrir un círculo de lecturas en su nombre. Total, todos tuvimos nuestro primer amor bajo los influjos del españolete intérprete de Jesús en Jesucristo Super Star, con lo cual confirmó su voz insuperable. No recuerdo una María Magdalena mejor que Ángela Carrasco, por cierto. Gracias Julia. Hoy día te quiero más que ayer por estas «confesiones de invierno».

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    1. Jaja, amé tu propuesta del circulo de lecturas Camilo Sesto And Friends. Y POR SUPUESTO suscribo que no hay ni hubo ni habrá mejor María de Madgala que la Carrasco, y añado: ni Jesús que Sesto. ?O Sesto-Jesús? La blasfemia es la misma y suena bien de todas formas, Fran.
      Gracias por el cariño renovado en torno a la fogata sestera. Sólo faltó algo: que me digas qué canción te recuerda a alguien que ya no está. Con eso terminarás de hacerme feliz.

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    2. un circulo de lecturas no se si haya, pero te invito a que visites los grupos y paginas de facebook, existen muchísimos de Camilo Sesto. Te recomiendo mi pagina de facebook siemprecamilosestosusfans, o el grupo más grande de facebook siemprecamilosesto.

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  5. Confieso, sin culpa a estas alturas, que disfrutaba de las canciones de Camilo: tan pa’ cortarse las venas ellas y prohibida como era encasa de mis padres «esa música», llegué a tenar orgasmos auditivos con don Blanes (al que ojo, hortera y todo, no se le pueden quitar méritos artísticos, independientemente de que los haya puesto al servicio de algo tan lejano de mis fibras.
    Jaime López se come con patatas a muchos sabinas, como autor de textos; como músico la distancia ya se vuele cósmica y aunque se haya cargado la voz que tuvo (por vicioso y por no estudiar) siempre es un placer escucharle, al mexicano.
    «Mi old man» de Joni Mitchell es mi canción de la ausente presencia. Besos.

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    1. Yo no creo haber llegado a orgasmos auditivos con el señor Blanes, pero sí a ponerle banda sonora a más de un romance. Y en cuanto a Jaime, como autor de textos es insuperable pero no coincido en que se haya cargado su voz: lo he oído recientemente y me parece que sigue teniendo un pedazo tremendo de garganta. En fin, como siempre, no tenemos que estar de acuerdo, querido.
      Gracias por tu aportación mitchellesca. Sumada está.
      Abrazos

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  6. Con Camilo Sesto tengo una anécdota (algo) graciosa; no hace mucho tiempo una amiga me contó que su nombre –María– le fue puesto por una canción de Camilo Sesto, canción que su padre amaba. Claro está, mi amiga odia a su nombre y a esa canción, aunque no tanto a Camilo Sesto. Cuando pasé por Salta, en el norte argentino, encontré en un pequeño casino una publicidad de una presentación de Camilo Sesto esa misma noche. Sin dudarlo tomé una foto (dato al margen: un tipo tomando una foto de un afiche de Camilo Sesto en plena peatonal ya es, de por sí, algo que llamó la atención de los transeúntes) y se la envié a mi amiga, para satisfacción de ambos. Delicias del turismo.
    Con respecto a la canción que nos propones… bueno, sólo tengo una carencia y la canción que siempre me recuerda a esa persona es Elegía, de Serrat sobre el poema de miguel Hernández. sobre todo por los versos finales (que nunca puedo llegar a cantar, se me corta el audio vocal mucho antes): «… del almendro de nata te requiero / que tenemos que hablar de muchas cosas / compañero del alma / compañero).

    Abrazos, muchos.

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    1. Y claro, los paseantes que te vieron tomando la foto habrán pensado que perdiste la cabeza (y no la encontraste más). Por supuesto, la Elegía es de mi top 5 en canciones que me hacen un nudo en la garganta y el intestino. Gracias por traerla a la mesa.
      Más abrazos

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      1. Imaginaba algo así con esa canción, D. La foto de Camilo es menor, ya la verás; las circunstancias, en cambio, siguen provocándome una sonrisa. Y como el sábado ya pasó, te abrazo y te invito a bailar. Nada de nudos en la garganta por hoy.

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    1. Qué te digo, no sé cuánto me gusta por él mismo y cuánto por el recuerdo de mi años muy tempranos. En fin, por fortuna el mundo es suficientemente grande para que quepamos todos.

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  7. Nunca he negado mi gusto por Camilo. Me autonombro Romántico Caprichoso, en honor a una vieja tira de Trino en la cual hace referencia a las baladas setenteras. Lo ví hace algunos años en primera fila, en el Auditorio Nacional, y mis hermanas, las mayores lo vieron actuar en la Arena México. En cuanto al maestro López, he tenido el privilegio de trabajar con él hace ya muchos años, y no me sorprende esta reivindicación. Quien mejor que él para recrear y recordar con gozo a los baladistas que nos dieron tantos buenos momentos.
    ¿Canción? «No me presiones», baladita popera, of course, de Jaime López.

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    1. Pues qué suerte tienes de haber trabajado con él por años, un privilegio total. Yo no lo fui a ver hace poco que estuvo en el Auditorio, pero sin pudor confieso que me gustan varias de él. Y bueno, la reivindicación de Jaime es deliciosa.
      Añadida tu canción ala playlist, por supuesto.
      Saludos

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