El suicidio ritual japonés que practicó el escritor Yukio Mishima abre una ventana para asomarse a la cultura de ese país que es, literalmente, otro mundo.
Estoy de viaje por Japón y mientras lo hago me sorbo esta cultura cuajada de simbolismo, de filosofía. El respeto permea la vida cotidiana de los nipones, igual que la cortesía. Hacen fila para entrar a los vagones del metro y de los trenes, ya adentro van en silencio o murmuran y si alguien quiere hablar por teléfono se va a la zona entre carros «para no molestar», como invitan a hacerlo carteles por todas partes. Increíble.
Mientras viajo en el tren bala o Shinkansen de Tokio a Kioto voy leyendo el clásico libro Bushido. The Soul of Japan, de Inazo Nitobe, en el que aborda el código que regía la vida de los samuráis, guerreros de la antigüedad. Subraya que buena parte del Japón de hoy hunde sus raíces en el pensamiento samurái, de modo que asomarse a sus secretos es echar luz sobre su rostro presente. Por ejemplo, para explicar el hara-kiri o suicidio ritual, realmente llamado seppuku, dice: «Cuando se pierde el honor, morir es un consuelo. La muerte es un resguardo seguro contra la infamia». Luego subraya que como el honor y la honra eran principios irrenunciables de un samurái, mucho más importantes que la vida, morir era la manera a través de la cual se expiaban culpas o errores y se escapaba de la deshonra. No era un suicidio, sino una institución ceremonial, cargada de significado y que incluía la decapitación. Se basaba en la idea de que el alma reside en el vientre, así que exponerlo voluntariamente era la forma de entregar lo mejor de uno mismo.
Recuerdo haber leído que el escritor Yukio Mishima (1925-1970) murió de este modo. Busco la referencia: el mismo día en que entregó a su editor la tetralogía El mar de la fertilidad, junto con varios discípulos suyos tomó un cuartel militar cercano a Tokio. Acérrimo creyente de la necesidad de volver al Japón tradicional, dio un discurso para animar a la tropa a rechazar la constitución pacifista posterior a la Segunda Guerra Mundial y recuperar la forma antigua de gobierno. Los soldados se burlaron de su propuesta, así que aparentemente incapaz de soportar la deshonra, Mishima se metió a un templo y se hizo un corte a todo lo ancho del vientre, para luego pedir a uno de sus seguidores que lo decapitara.
Me impacta muchísimo esa idea de elegir la muerte y hacerla un discurso, volverla el mensaje más poderoso. Me siento a años luz de entender la cultura japonesa, pero me fascina.
(Originalmente publicado en mi blog Deli(b)rios en el sitio web de la revista SoHo).
SIGUE…Disfrutando de tu estancia en Japón, al parecer el SEPPUKO, ES LO mismo que el HARAKIRI, pero en lugar de hacerlo con un sable el ritual es con una vara de banbú…Mishima y Morita se lo hicieron frente al pelotón del cuartel, y aparecieron en la portada de LIFE, Hay un documental en 4 capítulos al pareces con la asesoría de F. FORD-COPOLA (Muy bueno por cierto, recomendable) Ahora que te encuentras en El país del SOL NACIENTE 1.- Nos tienes que dar claves para construir HAI-Ku, 2.- El SHINTO, aún se practica? cual es la relación con essa religión o ritual… 3.- Los LOVE-HO son en verdad muy-.muy «caros». 4.- El sushi es como lo conocemos en México…pienso que no!!!! pasará lo mismo con la comida mexicana que hay en japón….bueno ya no te aburro…QUE DISFRUTES TU ESTANCIA EN Japón…AH!!! EXISTE UNA EDICIÓN ACEPTABLE DEL SUEÑO DEL APOSENTO ROJO…O ESE LIBRO ES CHINO??? SALUDOS!!!!!!
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Tengo que investigar bien el tema, pero en el libro que cito dice tal cual que el nombre correcto es seppuku. No he visto el documental, me interesa mucho, gracias por el tip. En cuanto al shintoísmo, sí, se practica, he visitado varios templos y me parece fascinante. El sushi es distinto, básicamente lo mismo ir hemos comido son pedazos grandes de pescado crudo con un poco de arroz y quizá algas. El sueño del pabellón rojo es chino, en efecto. Tengo poca señal, gracias por pasar, un abrazo!!
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adelante, disfuta, conoce y después cuenta. besos y rosas
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Un abrazo desde la tierra del sol que nace!!
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Se siente que está inspirándote Japón. Se lee rico tu mensaje. No olvides traernos cacahuates (ja). Saludos a las dos bellezas
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Llevo mucho sushi, pero en la panza! Y sí, Japón es inspirador a morir, sobre todo en lo que se refiere a tratar de entenderlo.
Saludos para ti desde el reino de muy muy lejano
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La cultura japonesa es casi mística… un placer asomarnos a ella a traves de tus letras.
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Es una cultura que embruja, que se cierra sobre sí misma y obsesiona con desentrañarla, qué te digo.
Un abrazo fuerte!
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hace poco leí «shogún» de james clavell… seguro lo has leído, es una novela fascinante sobre el japón feudal… allí el autor diferencia el harakiri del seppuku… según él, el primero es ejecutado por los hombres encajando su daga en el vientre y cortando los intestinos… el segundo lo practicaban las mujeres samuráis y era cortándose el cuello… es un tema trágico pero si aprovechas tu visita podrías aclarar si es así, o sea, si harakiri es solo hombres, si seppuku es solo mujer… si uno al vientre, otro al cuello… o es indistintamente… no vas al monte fuji?… no vas a ir a ver alguna katana?… sigue contando!!…
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No, no conozco la novela que mencionas, querido, veré si puedo averiguar algo de lo que comentas. No alcanzaré a ir al Monte Fuji pero ayer fui a una función de kabuki que no sabes, ya platicaré sobre esa experiencia.
Un abrazoteeeeee
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te la recomiendo especialmente… de verdad, especialmente… cuando era un adolescente pusieron una serie inglesa protagonizada por richard chamberlain en tv que era el libro que te menciono… pero leerlo -lo hizo hace poco- es incomparable… te lo recomiendo porque aprendes mucho del sentido de la vida, del honor, de los privilegios que tenían las mujeres casadas japonesas, el estilo de vida… todo, aprendes de todo… por favor, búscala y léela, te encantará y si no has visto la serie mejor, porque la historia sorprende al final… abrazos…
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La buscaré! Abrazos múltiples y trasatlánticos
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no debería ser y transpacíficos? jejeje…
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Tienes la boca llena de razón lógica, pero como mi reino no es de este mundo, mis abrazos le dan la vuelta al mundo por el Atlántico!
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mejor, así son abrazos más graaaaaandes!!… jajaja…
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vi esto y la recordé: http://www.cubadebate.cu/fotorreportajes/2015/11/06/en-imagenes-el-ocaso-de-los-guerreros-japoneses-y-sus-costumbres
no olvide la novela de james clavell… estoy seguro que le encantará…
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Anotada está, gracias. Un abrazo hasta la isla bella.
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Oriente sigue siendo un mundo extraño, complejo y, por supuesto, fascinante. El concepto de harakiri o seppuku (sea cual fuere la técnica o las diferencias menores entre ellos lo que importa es el sentido metafisico más que el arma que lo lleva adelante) es notable pero para la mirada occidental tal vez sea algo demasiado extremo. Notable en su trasfondo, notable en su puesta en escena, no podemos menos que asombrarnos de estas profundas diferencias culturales.
Un fuerte abrazo.
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Lo es, plenamente ajeno y autocontenido, como decía Paz, «similar a esos animales que generan su propio alimento». Este ha sido, en efecto, un viaje mágico y misterioso, donde he podido arañar la superficie de una cultura plena de sentido(s) que se me escapan pero me atraen muchísimo, sobre todo por la fuerza sutil que los subyace. Gracias por compartir el periplo conmigo, querido.
Besos
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Hablando de honores, querida; éste fue todo mío.
Besos.
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Danioska, no sabes cómo estoy disfrutando de tu viaje y deliciosas experiencias en Japón! 😉 Gracias por compartir lo que recoges con tanto detalle. Espero entusiasmada la siguiente entrada. Un beso
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Mil gracias, Gissele. La conexión es limitada, pero voy subiendo cosas conforme puedo. Un abrazo!!
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Hola, al final de tu líneas dices que Mishima se fue a un templo a realizar el rito suicida, hay una observación distinta, creo siguiendo a Henry Scott Stokes, en su libro, » Vida y Obra de Yukio Mishima» que una vez tomado el cuartel general, luego de su discurso y de sus desastrosos resultados, regresa del balcón al despacho del comandante, y realiza el seppuku, pide a uno de sus fieles seguidores, le corten la cabeza, éste lo hace mal, se pone nervioso y otro compañero termina decapitándolo, para iniciar la leyenda de un portentoso escritor. El citado autor es un periodista británico, se volvió muy amigo del escritor japonés durante sus últimos años y su relato es muy interesante. Saludos
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Sí, leí lo mismo sobre el «error» del primer verdugo. No lo añadí a la entrada porque ya era muy larga de por sí, pero gracias por comentarlo. Qué tremendo.
Saludos
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