«Cada palabra es un sitio para mirarte,/ cada palabra es una boca para acercarme a ti,/ el otro modo de tomarte por la cintura o por el mundo […] Cada palabra es una lámpara encendida/ para verte cuando tú no estás».
Este fragmento del poema «Cosas dispuestas», del mexicano José Carlos Becerra, pone nombre a lo que pasa a veces, de madrugada: las palabras te (re) crean, te inventan, te materializan para que pueda verte. Tocarte.
ahhhh qué bonito… y me hizo usté navegar, pa’verlo completo 😉
saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es una maravilla, no?
Me gustaMe gusta
Qué preciosidad de fragmento. Me encanta!
Un abrazo grande, Julia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, María querida, qué gusto recibirte en casa.
Abrazo muy grande.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Siempre es un placer visitarte, Julia
Me gustaLe gusta a 1 persona
De nuevo, gracias, querida.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, me has enseñado una nueva faceta de las palabras. Creo, y esto es casi inevitable, que todos la hemos usado en ese aspecto que tan bellamente señala José Carlos Becerra; pero muchos lo hacíamos sin la conciencia de que esto estaba ocurriendo. A partir de ahora cambiaré un acto inevitable por otro: el de saber que eso que se siente por las noches (aunque no exclusivamente) está, como siempre y como todo, revestido de palabras.
Abrazos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Las palabras, de nuevo, iluminando el camino, el pasado y el presente y todos los minutos en medio.
Abrazos…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué delicia, Julia¡
Me gustaLe gusta a 1 persona