Por qué amo los porqués

Captura de pantalla 2016-07-26 a las 11.00.30

Yo, de científica, tengo lo que Trump de sensato. Lo mío no son los datos duros ni las certezas incuestionables, las que terminan una discusión con punto final, sino lo volátil, la duda, lo nocierto. Es decir, amo los puntos suspensivos.

Ayer en la tarde tuve una conversación en Twitter a propósito de la lluvia. Yo decía que cuando cae agua como si nada, como si fuera lo más natural del mundo, no puedo evitar hacerme mil preguntas. Mi interlocutor, @SalinasSergioS, decía que es científico y que a él la lluvia le genera inquietudes del tipo ¿cuál fue la cantidad de agua en la atmósfera? ¿El peso total precipitado? Le respondí que yo más bien me paro en la ventana y me imagino mil y un escenarios: un día llueve de abajo hacia arriba, un otro las nubes negras dejan caer chocolate (mi creativísima variante del «ojalá que llueva café»), un tercero empieza a llover pero no se detiene jamás, hasta el punto de que el planeta deja de llamarse Tierra para llamarse Mar y los humanos lucimos escamas.

Y es que a mí, más que los cuántos me seducen los porqués, los cómosMe parecen mucho más encantadores. Ociosa que soy.

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

12 comentarios sobre “Por qué amo los porqués

  1. No hay ciencia sin porqués. Y más: el fin de la ciencia son los porqués, es decir, el conocimiento de/sobre causas (por qué pasa lo que pasa en realidad). Los cómos están incluidos en las explicaciones científicas (descripciones-explicaciones). Los cuántos son un medio, uno entre varios, no el fin.
    Saludos!

    Le gusta a 1 persona

      1. De nada.
        Es un tema importante. Porque mucha gente se aleja de la ciencia porque cree que es una mera escalada de números sin fin (o sin Mayor fin). Y no. Hay Lógica sin números, hechos que no son números, números que no son científicos, etc. La ciencia no es los números por los números. Es, más que búsqueda de datos, «búsquedas y datos», sean números o no; es hechos y razones, razones más hechos como datos; análisis lógicos y empíricos e imaginación racional. También es curiosidad, duda que averigua, que investiga, reflexión, lecturas, discusión. Así que, además de no ser lo mismo que todo sistema académico, tampoco es cierto que la ciencia y los científicos estén llenos de, o limitados a, certezas incuestionables. Tampoco es cierto que la ciencia sea -por necesidad u obligación- ignorar la Literatura o el arte, que no son actividades científicas pero no necesariamente son productos científicamente inútiles. Eso es el peor cientificismo. Tan insostenible como el reduccionismo numerista, cosa seca, y sola poco productiva y casi nada explicativa. Termino: si te dedicas a hacer y acumular números, no por eso estás haciendo ciencia; de hecho, es probable que no estés haciendo ciencia: estás acumulando números -un científico, una científica, sería quien le sacaría algo informativo y útil a esos datos. Lo pongo así: no es lo mismo el INEGI que la Ciencia. Tienen relaciones, pueden llevarse muy bien, pero no son identidad. Es lo de «siempre», la distinción entre lo que es necesario (para X) y lo que es suficiente (y entonces es X).
        Abrazo.

        Le gusta a 1 persona

        1. De acuerdo contigo, me gusta el planteamiento de ver la ciencia como búsqueda, duda. Por desgracia me he topado con algunos que presumen de científicos pero son cuadrados a morir, dogmáticos, cerrados. Asumo que me generaron un cierto prejuicio. Visto como lo señalas, artes y ciencias no tiene por qué estar divorciadas. Salud y gracias.

          Me gusta

          1. Te has topado con cientificistas, dicho en el peor sentido que se le puede dar a la palabra. O con fisicalistas, que son la gente que cree (cree) que TODO se explica con las leyes clásicas de la física. Conozco a mucha gente así, y son menos inteligentes de lo que suponen, muy ignorantes -su cultura es simplemente matemática-, y tremendamente aburridos! Incluso diría que en mucho no son científicos porque no Piensan evidencias nuevas sobre todo lo que juzgan, sólo deducen conclusiones (abstractas) desde un esquema previo y totalizante que se les volvió prejuicio y verdad absoluta. Para mí, estos ciegos a la Historia y otras cosas están muy equivocados, tanto como los literatos que odian a los científicos, descalifican a las ciencias, sin saber qué son y para qué han servido, y masajean cierto relativismo sin límite -si el cientificista dice que la Literatura no sirve para nada, estos otros exagerados dicen que la Literatura está en y al mismo nivel cognitivo que la ciencia. O sea: pura confusión. Y se trata de lo contrario: no confundir… Se necesita, en todos lados, más apertura, más reflexión y más comunicación.
            Otro abrazo.

            Le gusta a 1 persona

            1. Me encanta el planteamiento, confieso que no había oído algo así del lado de un científico, quizá un poco más del lado de un artista. En fin, coincido totalmente en que se trata de enriquecer. Todo lo demás sale sobrando. Muchas gracias de corazón por aportar en esa dirección.
              Otro más.

              Me gusta

  2. Algunas visiones sobre la ciencia son realmente curiosas (no voy a iniciar debate, no te preocupes).
    Lo que quería contar es que, casualmente, nada más ver tu entrada me vino a la cabeza un libro bastante popular en mi época de estudiante. Se titulaba ¿Por qué? y en medio de la portada aparecía una interrogación; desafortunadamente, no estaba formada de nubes.Una pena, hubiera sido más bonita.

    Le gusta a 1 persona

    1. Es que yo no lo escribí, porque entonces hubiera propuesto una foto como ésta, ¿ves? Mi mamá cuenta que cuando yo era niña la mareaba cada día con porqués, preguntaba de todo y la pobre no sabía cómo callarme. Se ve que se me quedó el impulso…
      PD Gonzalo, ¿me puedes pasar un correo tuyo? Si quieres, mándamelo por favor a juliasant@yahoo.com. Mil gracias.

      Le gusta a 1 persona

  3. Cada cosa en su ámbito y en su momento adecuado. Aún así, y aunque me considero un amante de la ciencia –al menos de manera informal– cuando llueve me parece poco atractivo preguntarme por la cantidad de agua en la atmósfera y cosas así. Prefiero una mirada como la tuya. Me explico con una breve autorreferencia:

    Paisaje con lluvia

    De manera imprecisa
    El paisaje
    A través de la ventana
    Se pierde en difusas líneas móviles
    Con temblor de lluvia
    De esa agua móvil que siempre conmueve
    Y que cesa
    Con declinación de orquesta
    Y silencio de objeto sagrado.

    Abrazos.

    Le gusta a 1 persona

Añade tus palabrasaflordepiel