Amanecí asquerosa, repulsivamente optimista: hoy nadie me quita la convicción de que las cosas van a mejorar.
Como señala Quino en el cartón, asumo el masoquismo que implica, porque demanda mantenerme al pie de la trinchera. Sería más fácil bajar los brazos y abandonarme a la derrota pero gracias, no lo quiero.
Así que hoy no cuenten con mi derrotismo ni con mi mal genio. Andaré todo el día con sonrisa estúpida, aunque sea lunes.
palabras a flor de piel 
Sí!!!
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Venga, que este tren va casi vacío, así que podemos armar buen rollito.
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Vivan los optimistas
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A veces hace falta esta irresponsabilidad, sí.
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Siempre hay que vestirse la sonrisa que nos ata al optimismo de vivir un día más -nadie sabe cuantos más habrá de regalo-, un día más para luchar, para intentar arreglar el entorno de cada uno y el mundo, un día más para buscar la felicidad y, por qué no?, la belleza. Un día más para vivir!!! Me ato a tu sonrisa, Princesa. Muak. 😀
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En eso estamos, preciosa Li, aunque a veces lo aires sean malos. Gracias por ser cómplice en esto y, más aún, en el periplo cotidiano.
Besísimos.
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Buenas tardes Julia!
Me encanto tu buen humor en el día de hoy. Hay que defender a capa y espada la sonrisa!
Genial. Abrazo
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Así es, como aquel verso de Benedetti «defender la alegría como un derecho». Gracias, Nora, un abrazo fuerte (y con lucecita por dentro).
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Tu optimismo se agradece. De todos modos, creo que saberse derrotado y permanecer impasible tiene su punto.
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Sí, requiere su esfuerzo, pero no lo quiero hoy, no en este caso. Me va la vida en estar segura de que las cosas van a estar mejor.
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Y yo que me alegro que así sea. 😉
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Gracias. Abrazo.
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Tu sonrisa no puede ser estúpida ni aunque te pasen un quinquenio en el Actors Studio. Me alegra saber que no solamente saliste vestida de sonrisa (ya sabes lo que pienso de ella) sino, sobre todo, con los puños en alto. Bien por ti.
Abrazos.
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Tú tienes que ver en la decisión y el coraje de mantenerme de pie, más te vale saberlo. Ahí vamos.
Abrazos de brazos que no se rinden.
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Quisiera hacerlo, créeme.
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