Hace unos días corrió la noticia de que el presidente de los Estados Unidos se mandó hacer una portada falsa de la revista TIME, con su foto y la supuesta fecha de publicación del 1 de marzo de 2009, a propósito del estreno del reality show El Aprendiz. El asunto lo dio a conocer en estos días el periódico The Washington Post, en específico, el periodista David Fahrenthold. El reportero visitó algunos de los 17 campos de golf propiedad del magnate y vio colgada la imagen. Según investigó el diario, luce en al menos otros cuatro campos de golf de Trump.
Fahrenthold señaló que, vista de cerca, la cubierta tiene tres errores que la delatan:
- El marco rojo es más delgado del que luce la revista;
- Varios títulos de portada están alineados a la derecha, mientras que en la publicación todos se ubicarían en la parte superior del logotipo;
- El título principal, el que se refiere a Trump, dice: “¡El aprendiz es un éxito rotundo!”. Además, en la franja de arriba aparece este otro: “Trump triunfa en todos los frentes, ¡incluyendo televisión!”. El “detalle” es que la revista no usa signos de admiración en portada.
Además, TIME confirmó a The Washington Post que tal cubierta no existió, pues la que salió a la venta el 2 de marzo de 2009 llevaba a Kate Winslet como imagen, pero la Casa Blanca no dijo nada al respecto. Tras la publicación de la nota, Trump contestó con un tuit, de esos muy suyos: “El periódico AmazonWashingtonPost, a veces conocido como el principal defensor de que Amazon no pague impuestos por [su uso] de Internet (cosa que debería de hacer) es ¡PERIODISMO FALSO!”. Por cierto que no es la primera vez que Photoshop le hace el favor a Trump de ponerlo como personalidad principal de TIME. En abril de 2016, un seguidor clonó la foto del entonces candidato en una portada de esa publicación, nombrándolo “Persona del año”.
palabras a flor de piel 
La «posverdad» en todo su esplendor. Gracias por la nota; es tristemente graciosa, es graciosamente triste.
Un fuerte abrazo.
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La posverdad, sin duda, pero también la creatividad puesta al servicio de los deseos de una persona. Eso, que en principio no suena mal, cobra otra dimensión si se trata del presidente anaranjado.
Abrazos, querido
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Una dimensión preocupante. Una cosa es que alguien cuelgue una foto de ese estilo con una portada deportiva o de lo que guste, pero que lo haga un tipo que tiene semejante poder en sus manos, da miedo, cuanto menos.
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Claro, porque su cabecita enferma puede pensar (piensa) que lo que imagina es real.
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Le escuché una vez confesar a un expresidente de por aquí que no siempre decía verdades, pero en esas ocasiones lo que decía era lo que querría que lo fuese.
En definitiva, a día de hoy (y me temo que siempre fue así), la verdad se sobrevalora en demasía. Lo que importa es el balance contable.
Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno,
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.
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Olé, maestro, esa es la forma de lidiar con personajes non gratos: escribir poesía (y, además, con un guiño a Góngora).
El expresidente tuvo un momento de sinceridad, lo cual se agradece, para aceptar lo que otros ni por asomo reconocen. Pues sí, parece que la verdad goza de un inmenso caudal del prestigio. A propósito de ello, he regresado a leer un libro espléndido sobre historia de la cartografía: se llama En el mapa, de un tal Simon Garfield. Bueno, pues ahí comenta los muchos mapas medievales en los que los autores no sólo incluían los lugares «de verdad» sino los que deberían existir, o los que tienen lugar en la imaginación y en la fe (dispense la redundancia): el mar del desencanto amoroso y la bahía del infierno que corresponde a los mentirosos, por poner dos ejemplos. En fin, hay bastante tela de donde cortar…
Le abrazo a usted.
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Abrazo recibido, abrazo compartido.
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Ay, no sé si reírme o ponerme a llorar. Voy por lo primero ante lo absurdo de todo, aunque con un poquito de miedo… Bueno, no tan poco.
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Eso es: en el fondo hay un planteamiento que asusta.
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cuando escuché esto de la falsa portada pensé que se ajusta… o sea, trump ha dicho tantas mentiras, antes y después de asumir, que no es raro que se invente una portada de times… el tipo está siendo consecuente…
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Es tremendamente consecuente con su estilo, tan lo es que casi se puede adivinar su siguiente paso. Si fuera personaje de novela aburriría, de tan predecible.
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