Me entró el capricho de oír una pieza musical totalmente nueva, que nadie hubiera escuchado jamás. Entré a www.ampermusic.com, elegí un ritmo y un estado de ánimo y de inmediato el software la “compuso” para mí. Claro, después la “interpretó”.
Se trata de uno de los muchos proyectos de Inteligencia Artificial (IA) que se relacionan con la creación artística. En este caso, pedí una canción de rock con humor triste, de minuto y medio. El resultado no fue malo, cumplió con mis requerimientos e incluso podría gustarme, si bien la música tipo “ambiental” no está entre mis preferencias. Luego descubrí que podía editar la pieza al añadir o quitar instrumentos, modificar el tempo, alterar la duración o incluso cambiar la clave en la que fue escrita. Qué cosa.
Por otro lado, la IA también permite transformar una foto cualquiera para que parezca una obra creada por tal o cual artista célebre, porque puede interpretar un estilo particular y luego reproducirlo. En una línea distinta, DeepDream es un proyecto que genera imágenes fantásticas (tanto en su acepción de “increíbles” como en la de “pertenecen al mundo de la imaginación”): combina fotos de manera creativa en collages abstractos, como los dos primeros que acompañan este texto.
Todos estos son ejemplos de IA generativa, es decir, aquella en la que redes neuronales imitan el comportamiento del cerebro y “aprenden” igual a como nosotros lo hacemos, aunque más rápido e integrando cantidades enloquecidas de información. Así, después de analizar cada detalle de millones de obras de arte, las máquinas son capaces de crear piezas de arte en video, fotografía, literatura, música y artes plásticas, “idénticas” a las hechas por humanos.
Sin embargo, las aplicaciones artísticas de las computadoras van más allá de copiar o replicar. A fines de 2016, la Tate Gallery de Londres presentó Recognition, un programa de IA que comparaba obras de arte con fotos periodísticas producidas en tiempo real por la agencia internacional Reuters. El poderosísimo algoritmo permitía revisar la base de datos del museo y contrastarlo con las fotos generadas minuto-a-minuto, a fin de localizar coincidencias de cuatro tipos:
- de reconocimiento facial (sexo, edad y “estado emocional” de las personas retratadas);
- de reconocimiento de objetos (colores y formas);
- de composición (estructuras, disposición visual);
- de metadatos (el pie de foto, las etiquetas pegadas a la imagen).
seguimos amiga, espero que también hagan versos y confundan a los críticos. Besos y rosas
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ya llevan varios años los botpoetas. Hay mucho que pensar y aprender en todo esto. Un abrazote!
Me gustaMe gusta
Llegados a éste punto no me queda que exhibir con orgullo mis mi fragilidad, mis límites, mis dudas y mis erratas. La necesidad de elegir por no poder explorarlo todo. La emoción no-reducible-a-códigos-binarios que me lleva a meter la pata. En éste mundo de farsantes ayudados por la tecnología, éste termina por servir de colagogo prescindiendo al fin de los farsantes No me escandalizo por lo que podrá suceder, pero que alegría no vivir para verlo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Disiento de tu punto, pero en parte de eso se trata. Celebro que podamos tener distintas opiniones y de todas formas encontrarnos. Abrazos no-binarios.
Me gustaMe gusta
Es cierto que la IA plantea preguntas, pero también da pistas y aporta respuestas. Y puede que, al final, esas respuestas no nos gusten, pero ya será tarde para volver atrás.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En ese sentido es igual la tecnología, cualquier tecnología: implica nuevos planteamientos y distintos sitios desde dónde ver, pero no puedo negar que en este tema me apasionan las posibilidades creativas que abre. Mando abrazos y un beso
Me gustaLe gusta a 1 persona
En este caso concreto, el camino que se nos abre para comprender cosas en las que ni siquiera hemos pensado hasta ahora es enorme. Devuelvo abrazos y mando mil besos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso es lo que me entusiasma de la IA. Ya veremos qué nuevos caminos abre. +1
Me gustaLe gusta a 1 persona
Solo espero que esto nunca sustituya el trabajo creativo de los seres humanos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No me parece que vaya a ocurrir, más bien lo veo como otra aproximación a lo creativo. Claro, puedo equivocarme muchísimo.
Me gustaMe gusta
¡Fíjate! Uno puede comentar y saber que hay una gran probabilidad de estar equivocado. Interesante 🤔
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso es muy liberador, tener la certeza de que uno puede siempre equivocarse.
Me gustaMe gusta