El poeta jerezano José Manuel Caballero Bonald fue nombrado Premio Cervantes 2012. Me da gusto, lo celebro de verdad. Conocí su pluma hace unos 15 años, a través de su poemario Laberinto de Fortuna, de nombre idéntico al largo poema medieval de Juan de Mena sobre el cual hice mi tesis en Letras.
Valga como aplauso a sus letras precisas la transcripción de un texto en prosa (que para acabar de rematar su maestría, es breve). Se titula Demasiadas preguntas: «Algún día no menos improbable que otros, cuando la petulancia ceda su turno a la apatía, podré saber quién soy. Pero tal vez entonces ya no quiera saberlo. Para qué voy a querer saberlo si quizá ese día no haya conmigo nadie que se parezca a mí. ¿En qué espejo que el tiempo habrá estragado se mirará mi semejante? Sólo se reconoce quien se olvidó de pronto de sí mismo. Aún convive el recuerdo enemistado con la historia».

