Estoy hecha migajas en la sala del aeropuerto de Guadalajara, esperando mi vuelo para volver a la Ciudad de México. Tres noches de poco sueño son lo más para mis huesos malacostumbrados.
Vine cuatro días a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para tres cosas: 1. hacer varias entrevistas a escritores; 2. participar en dos lecturas de poesía, 3. hablar con dos editores.
Pero también compré más libros de los acordados conmigo misma, oí a los poetas Antonio Gamoneda y Francisco Segovia, tomé un número excesivo de cervezas, asistí a dos conciertos, autografié algunos libros, lloré (literal), fui al panteón y fui a bailar, abracé a gente muy mía.
La FIL es un irresponsable shot de adrenalina. Veo el mundo borroso.
Pues si hiciste todo eso en cuatro días no me queda otra cosa que alegrarme por ti. ¿Qué bonito es estar vivo,no?
Abrazos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En realidad fueron tres y cachito días. Y sí: fregón poder cansarse.
Muacs.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jaa que bello quien como tu que la pasaste divino, y lo disfrutaste. Besitosss
Me gustaLe gusta a 1 persona
Disfrutar lo bueno es fácil, para disfrutar lo otro poseo la clave: un chip de cierto masoquismo.
Abrazos.
Me gustaMe gusta