Destinado por los dioses a hacer rodar una roca hasta lo alto de una montaña, Sísifo la ve caer una y otra vez, para luego recomenzar su esfuerzo al infinito. Ésa es su condena según el mito: hacer una tarea extenuante e inútil, ser un héroe absurdo. A veces, hoy por ejemplo, me da porSigue leyendo «Hacerla de Sísifo pero sin creer en dioses»