«soy feliz/ porque soy gigante/ amo a una mujer clara/ que amo y me ama/ sin pedir nada/ o casi nada/ que no es lo mismo/ pero es igual… soy feliz/ soy un hombre feliz/ y quiero que me perdonen/ en este día/ los muertos de mi felicidad».
5 am, suena el despertador. Dormí fatal, dando mil vueltas en la cama y con la cabeza más que activa, pero no por problemas ni angustias, sino pensando cuántas cosas buenas estoy viviendo: como el cantante cubano autor de esas líneas, me siento gigante, amo a un hombre claro que me ama y también tengo una hija clara que amo y me ama. Es decir que hace años, Rodríguez escribió el soundtrack de mi vida al día de hoy. Que me perdonen muertos y vivos por mi felicidad…
Que te perdone Silvio, yo voy a envidiarte y mucho. Un beso querida y que tengas todos los despertares de lo que te queda de vida llenos de esa felicidad
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Gracias por el buen deseo y sí, que la vida siga volándose la barda!
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