Se me ocurren algunas rientes confusiones a las que se prestan en una oficina estas cuasihomófonas:
- En una junta, ante la propuesta de un ejecutivo su jefa responde entusiasta: «te secundo» (todos entienden «te fecundo»).
- Un gris empleado quiere convencer a sus colegas de tomar tal línea de acción y pide: «Necesito que me secunden» (sin comentarios).
- «Se trata de elegir en consenso una idea y secundarla» dijo la autoridad (y la idea escogida se multiplicó).