Diálogo con mi columna

6 am, lista en el salón para clase de Bikram yoga. Mi amigo Carlos diría que a esas horas nonsantas nada bueno puede pasar pero apuesto a que sí. Hora y media después termina la clase y yo me muero: el corazón me late enloquecido, me falta el aliento, las piernas no me responden. En realidad, morí y resucité unas 10 veces. Debo ser perversamente masoquista porque 15 minutos después estoy contenta, animosa. Por primera vez logré pulir una postura que implica estirar la columna «como un collar de perlas». Más allá del reto que en sí implica, me emociona lo que leo entre líneas: cada vez conozco más mi cuerpo, fluyo con él, lo entiendo, me maravillo de su potencial. En el proceso me he lastimado, me he frustrado y me he enojado pero, seducida por el diálogo con mi columna (que al principio era de piedra), he seguido adelante. Soy mucho más fuerte y flexible de lo esperado. Vaya noticia.

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

2 comentarios sobre “Diálogo con mi columna

    1. Todo es cuestión de práctica, estimado. Yo empecé a hacer yoga hace un año 9 meses y vieras lo tiesa que estaba! Tengo dos hernias de disco en las vértebras lumbares y me costaba un mundo, mi mente «se asustaba» ante movimientos que no conocía, pero poco a poco he ido mejorando y me encanta cómo me siento. Se me olvidaron por completo los dolores de espalda y la espalda de hierro. Te lo recomiendo mucho. Saludos!

      Me gusta

Añade tus palabrasaflordepiel

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: