Se extravió la llave de casa. Ahora, ella es sólo un pedazo de metal, inútil y solo, y la casa, una caja hermética.
No sé cuál la pasa peor.
Y un poquito más adentro
Se extravió la llave de casa. Ahora, ella es sólo un pedazo de metal, inútil y solo, y la casa, una caja hermética.
No sé cuál la pasa peor.
Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia. Ver más entradas
Buena reflexión, envuelve la breve fatalidad de la perdida de ese pequeño metal, cuando uno extravía una llave se siente un poco como si uno hubiera sido echado del paraíso del hogar, espero que en breve el mago de las llaves te entregue un nuevo duplicado.
Un abrazo
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Pues sí, es de esas cosas que conllevan una enorme carga simbólica y en las que uno no piensa sino hasta que suceden. Ojalá el dios de las llaves tenga a bien generar otra y mandarla a mi nombre…
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Suele suceder que, a veces, las cosas discuten entre sí y se ofenden, como suelen hacer las personas que dialogan poco. Tal vez la llave y la casa discutieron por alguna nimiedad y la llave se fue, buscando otros rumbos. Si la cuestión no fue grave, seguro que regresa y, en cualquier momento, las encuentras en el lugar menos pensado, arrepentidas.

Mientras tanto, prueba con éstas:
Cariños.
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Pues algo no muy feo le dijo una a la otra, porque ya se reconciliaron… Ya ves, temperamentales como son algunas persona.
De todas formas me gustaron las tuyas, como para tenerlas a la mano…
Abrazo
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Reblogueó esto en El blog de Alejandro.
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Qué buena imagen, enhorabuena dentro de lo que cabe.
La llave sin puerta no es llave
la puerta sin llave no es puerta.
Las dos se justifican una a la otra.
Que se resuelva pronto y que la llave sea llave y la puerta, puerta.
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Lo dices muy bien, se supeditan una a la otra. Una es grande e «importante» (cuesta más, se da aires de elegancia, tiene comodidades), la otra es minúscula pero al final no son nada si se las separa.
Abrazo
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Como en toda relación uno es más prescindible que otro, la llave es fácil sustituir, incluso cambiar la cerradura, ahora, la llave ya… para los orzuelos.
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Esa es justo la paradoja: aparentemente una es más prescindible que la otra pero en un determinado momento ambas son cruciales. Una sin la otra no es nada…
En fin, que ya apareció la que andaba ausente.
Abrazote
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