Ayer llovió fuerte. Llovió como para lavar el mundo a cubetazos, con locura y con urgencia. Lluvia enojada.
Hoy amanece con sol, mínimas nubes. El cielo no se acuerda de quién fue anoche pero, al menos de momento, la luz es luz. Y cómo hace bien.
Y un poquito más adentro
Ayer llovió fuerte. Llovió como para lavar el mundo a cubetazos, con locura y con urgencia. Lluvia enojada.
Hoy amanece con sol, mínimas nubes. El cielo no se acuerda de quién fue anoche pero, al menos de momento, la luz es luz. Y cómo hace bien.
Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia. Ver más entradas