2002, mi primer viaje a Jamaica: además de las frutas que me sorprenden (como el ackee y el guinep), de la belleza de su negritud, del orgullo local que todos expresan, el viaje queda marcado en mi memoria porque, en él, Marley pasa de ser una referencia musical a convertirse en un personaje riquísimo, cuasidivinoSigue leyendo «Bob Marley: cuánta falta hace hoy»