Mi oficio: ser lectora profesional

Fui una niña sumergida en libros. Es decir, muy muy hundida entre renglones. Desaforadamente, incontinentemente. En un primer momento se trató de una puerta de escape a mi timidez, a mi torpeza genética para hacer amigos. Descubrí que los libros estaban siempre para mí y que no necesitaba convencerlos de jugar conmigo. Luego encontré queSigue leyendo «Mi oficio: ser lectora profesional»