Encerrada entre prejuicios, atada a obligaciones y llevando registro de los males para no olvidarlos, aquella mujer vivió apenas, vivió a penas.
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palabras a flor de piel 
¡Redondo cuentuito! Las ataduras que muchos no rompen.
Un saludo.
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Y el «placer» que algunos parecen derivar de no romperlas, de mirarlas casi con arrobamiento, de volverlas parte del disfraz cotidiano…
Saludos,
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Registrar males ayuda a no olvidar hacia dónde no quieres ir y te da perspectiva para no dudar que debes cambiar… cuando sea, pero que lo harás.
Me ha gustado mucho.
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Desgraciadamente demasiados males…se acaban anotando.
Un saludo
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Cuánto bien nos haríamos si los olvidáramos, no crees? Como esa tradición del fin de año en el sureste mexicano (no sé si sea exclusiva, pero ahí la conocí) de anotar los males y después prenderles fuego…
Saludos,
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apenas vivir quería cuando a penas le alcanzaba para vivir… hermoso cuento querida, lo disfruto, mientras voy viviendo apenas
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Lo dijiste mucho más hermoso que yo y en menos de la mitad de los caracteres… =)
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