‘Hay que darse al prójimo’, leyó la santa. Obedeció literalmente y entonces dejó de ser santa. Nunca entendió dónde estuvo su error.
Y un poquito más adentro
‘Hay que darse al prójimo’, leyó la santa. Obedeció literalmente y entonces dejó de ser santa. Nunca entendió dónde estuvo su error.
Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia. Ver más entradas
ahora logro entender tantas cosas
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Las que la santa no pudo entender, seguramente…
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Si es que ser santa nunca fue fácil, jajaja
Excelente.
Un saludo
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No sé, nunca lo he intentado!!
Saludos,
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