
No te voy a marear con 25 propuestas de títulos leídos durante el año que hoy empieza a contar como pasado. Aunque suelo ser despudorada, aquí me ciño a un número decoroso de libros que me marcaron las venas y leí de cabo a rabo. Te los recomiendo con los ojos cerrados.
1. CUENTOS TREMEBUNDOS Y BELLOS
Las voladoras, de Mónica Ojeda, Editorial Páginas de Espuma, 2021
«‘¿A qué se parece el placer de un sonido?’, le preguntó Paula poco antes de salir de casa y ella le dijo: ‘A una caricia en la nuca’. ‘A un hormiguero’. ‘A una aceleración de la sangre’”.
La autora ecuatoriana aborda la violación, la locura, la saña, el amplio espectro de la violencia, el sexo y las relaciones de género, pero esquiva el lugar común para narrar desde lugares que descolocan. Que calan hondo. Al hablar de las máximas barbaridades no se olvida de privilegiar la belleza.
2. SI PERDISTE A ALGUIEN HACE POCO
Sobre el duelo, de Chimamanda Ngozi Adichie, Penguin Libros México, 2021
«Me embarga un pasmo lleno de incredulidad porque el cartero sigue viniendo como siempre y la gente me invita a hablar en sitios y en la pantalla del móvil continúan apareciendo noticias. ¿Cómo es que el mundo sigue adelante, respirando inmutable, mientras mi alma sufre una dispersión permanente?».
En junio de 2021 murió el padre de la narradora y feminista nigeriana, pero ella se vio imposibilitada de volar al entierro, por las restricciones pandémicas. En este libro testimonial, ante cada reacción suya ante la muerte se pregunta ¿por qué? Es hondo y humano, no hay forma de escapar verse aquí.
3. LUPA SIN CONCESIONES
La azotea, de Fernanda Trías, Dharma Books + Publishing, 2020
“Sentí que éramos una familia. Las cosas estaban cambiando. Dentro de poco íbamos a ser como esas familias de la televisión, siempre felices. Nos imaginé a los tres de la mano: caminábamos y corríamos por el borde de la azotea sin miedo a caernos ni a querer saltar”.
Esta novela corta de la narradora uruguaya acerca una lupa a la llaga de la crueldad y la podredumbre familiar, de cómo una víctima migra con facilidad al lugar de victimaria. Una chava vive en un departamento ominoso con su padre y su hija pequeña: en ese microcosmos se asfixian mientras hacen como que viven. Me recuerda aquella sentencia del poeta argentino Fabián Casas: “Todo lo que se pudre forma una familia”. Impresionante.
4. PARA ENTENDER LA DESCOMPOSICIÓN DEL PAÍS
A la orilla de la carretera (Crónicas desde Chilpancingo), de Vicente Alfonso, UANL, 2021
«En el ejército, en la policía, en el narco… les da lo mismo. Te aseguro que está dispuesto a trabajar para cualquiera que le pague más de la miseria que gana… es una chamba igual que cualquier otra. Y si es una posibilidad de prosperar… No sé de qué te sorprendes. Tú y yo haríamos lo mismo si nos llegan al precio».
El periodista y escritor de Torreón no narra Chilpancingo desde el escritorio; se fue a vivir ahí, habló con la gente, visitó el SEMEFO desbordado de cadáveres que nadie reclama, investigó sobre la fosa clandestina de Colinas de Santa Fe, de donde se han desenterrado cerca de trescientos cuerpos. Este conjunto de textos ganó el Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor; léelo y vas a darle la razón al jurado. Durísimo y estupendamente escrito por partes iguales.
5. POESÍA EN CARTAS, Y MÁS POESÍA AÚN
Signo de león, de Salvatore Quasimodo, traducción de Alonso Coratella Guadalupe y Myriam Moscona, Los libros de anDante, 2021
«Sabes que algunas veces lloraría de ternura… cuando pienso en la poesía, pienso en cada una de tus células, en cada ‘sentimiento’ tuyo. ¿Como podría soñar aún con descubrir en mí nuevas palabras, nuevos misterios, sin la presencia de tu imagen, sin tu sangre en mi corazón? Aquí, en el silencio, mientras te hablo, existe incluso tu olor, tus manos se mueven junto a las mías, me respiras cerca».
El amplio espectro del amor irradia las cartas que el escritor y Nobel de literatura envió a Maria Cumani entre 1936 y 1959. Publicadas en italiano en 1989, ahora son vertidas al español con una prosa pulida, decantada, que transparenta el oficio del enamorado que antes y después es poeta. El libro incluye una selección de poemas mencionados en las misivas, un paréntesis a cargo de Menchu Gutiérrez e ilustraciones de Jan Hendrix. Una belleza por las cuatro esquinas.
6. SI ESTÁS ENFERMO O TIENES CERCA A ALGUIEN ENFERMO
Diario del dolor, de María Luisa Puga, Libros UNAM, Colección Vindictas, 2020
“Cuando voy a escribir algo nuevo, Dolor, merodeo la idea. La trato de ver desde todos los ángulos que pueda tener. Tú estás haciendo lo mismo conmigo, ¿no es cierto? Me andas merodeando para ver por dónde me llegas. Ahora te cuesta más trabajo que antes… Sé que tu estrategia es esa nueva somnolencia que me ha crecido y que detesto”.
En lugar de tratarse de una narración sobre el padecer que habitó con/en Puga durante sus últimos años, es más bien el diálogo personal de la autora mexicana con el personaje Dolor: le habla, se enoja con él y luego se reconcilia, mientras le parece que va flotando en el vacío hacia ningún lugar. Su oficio de escritora nos lleva a acompañarla en punzadas que se le untan en todo el cuerpo. Con pasajes que son poesía en prosa, lo recomiendo si tienes cerca a alguien enfermo.
Muchas gracias, Julia. Por la recomendación y tus comentarios sobre los textos. Seguro que más de dos pasarán por mi librero.
Un gran abrazo y deseos por un futuro venturoso cortoplacista.
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Gracias a ti por leer y comentar, José de Jesús. Muy buen arranque de 2022.
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