MI CASA, UNA BESTIA

La tenía por conocida. Por muy familiar. Falso. Llevo diez años aquí. En julio de 2010 la casa era un mamífero dotado de costillas bien plantadas y músculos inmóviles. Antes vivía en ella una anciana, quien al no poder subir escaleras acondicionó su cuarto y baño en la planta baja. Olvidó el resto. Cuando llegamos,Sigue leyendo «MI CASA, UNA BESTIA»