«[…] el hilo tejido entre él y yo iría consolidándose y enroscándose, él, yo, él, yo… […] Por primera vez no siento deseos de conocer el fin, ni siquiera la continuación de esta aventura. Estoy desnuda, en el sillón, viendo dormir a Julien. Me gustaría quedarme así, estancada, tibia, en el silencio en el queSigue leyendo ««Soy la que husmea en tus camisas»»