Camino por el centro de Río y me llama la atención la fuerte presencia de confesiones religiosas, en especial grupos evangélicos que venden Biblias en todos los formatos: de letra grande, versión moderna, «para mujeres», tamaño pocket, entre otras. Incluso la etiqueta de precio de un pantalón contiene el archicitado «el Señor es mi pastor, nada me faltará». Pienso en el grupo brasileño Pare de Sufrir, famoso por sus miles de seguidores y con fe de exportación, que en México mismo ha cobrado fuerza. Se ve que su adoctrinamiento es eficaz.
En plena calle, un impetuoso predicador con altavoz reconviene a los pecadores al arrepentimiento y, junto a él, un compañero exhibe una pancarta con los diez mandamientos. A este le pido tomarle una foto y acepta. Luego, probablemente como «pago», pide que me acerque. Me dice algo incomprensible. Lo repite y por fin entiendo: «Jesus is king». Piensa que soy de los EEUU. Quiere que yo lo diga, lo hago y sonríe con toda la cara. Se queda feliz y yo me voy sorprendida de la simpleza de este hombre, que hoy se irá a la cama satisfecho por este acto de evangelización exprés.
palabras a flor de piel 
Hola. Como siempre, disfrutando de tu blog. Un abrazo.
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Gracias por pasar! Un abrazo desde tierras brasileñas
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Anécdotas sabrosas, pero tristes de ver como la pobreza y la perduración del consabido mensaje Cristiano de que la existencia de ‘ricos y pobres’ es parte de la Ley Natural y del como hay que soportar vilanías del dominante para ganar el Paraiso! Que tristeza de esta dependencia y del uso infame de mensajes supuestamente de sanación espiritual…..
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Sí, hay mucho contraste, mucha pobreza y también dispendio, todo tamizado por esa visión que mencionas. Visto desde fuera sin duda parece conformismo, resignación, una postura acrítica que poco tiene que ver con el Cristo revolucionario que algunos creemos leer en los evangelios.
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visto desde adentro debe ser algo mágico, único, quizá lo mejor que les ha pasado…yo no lo sé, pero ahora me da por suponer, que eso es muy facil
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En cualquier caso, hay muchas expresiones de fe aquí
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