Minicuento de domingo por la tarde:
Un día, las hadas se ponen de buenas (o sea, se ponen de hadas buenas) y buscan cumplir el deseo de algún mortal, pero no basta.
Otro día, los hados se sientan a confabular a favor de uno o de unos, pero tampoco es suficiente.
El tercer día, las hadas y los hados se ponen de acuerdo en que ocurra una misma cosa.
Entonces nada la puede evitar.
Fin.
palabras a flor de piel 
Doy la bienvenida a esos eres mágicos, ésta es su casa. Confabulen…
Besos,
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Venga a nos su reino…
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Las hadas y los hados se pondrán a confabular, pero si no estamos atentos a sus guiños, no servirá de nada. ¡A prestar atención amigos!
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Prometo hacer la parte que me toca, toda ella, pero por favor que hagan la suya!!
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la que más me gusta de todas es la hada madrina…
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Sí, puede también ser mi favorita, sobre todo si le da por amadrinar los sueños de algún mortal queriente…
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