
«Cuando mantienes saludable tu mundo interno, el exterior refleja ese cuidado: el yoga te reconstruye y revitaliza de adentro hacia afuera, regresándote a tu estado natural, tranquilo y centrado […] Las posturas de yoga esculpen un cuerpo largo y delgado, tornándolo más flexible, marcado y fuerte» -Tara Stiles, maestra de yoga citada en la edición mexicana de Women’s Health (septiembre 2013).
Nótese el orden de ambos conceptos:
1. Antes que nada, el yoga es un trabajo interior y mental.
2. En segundo lugar es una disciplina física, que tonifica el cuerpo.
El orden de los factores sí altera el producto. Conozco gente que practica yoga con el fin de bajar de peso: eso es ligereza (vaya juego de palabras), es perder de vista la esencia de esta práctica milenaria que plantea una transformación interna. Me hace recordar aquello del filósofo de Güemes: «estamos como estamos porque somos como somos».

Pues yo comencé por el cuerpo, pa’ que te voy a mentir y ha terminado por afectarme lotro, pero no demasiado… «que bastante tengo yo con lo de ser modelo» 😉
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Me encanta tener amigos que además de guapísimos y perfectos son modestos…
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Dicho así suena horrible. ME haces sentir como la meripopins esa 🙂
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Nuncamente!
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Danioska, tengo un liebster award para ti: http://yomemiperocontigo.wordpress.com/2013/08/29/y-si-me-gano-un-premio/ 😀
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Que gran verdad. Totalmente de acuerdo contigo. Me encanta todo lo que públicas. Saludos.
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Saludos…
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Reblogueó esto en bibliotecadealejandriaargentina.
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Pues yo he comenzado como corresponde, pero no he avanzado mucho en el segundo aspecto. Recién hace muy poco que he dado mis primeros, titubeantes pasos, los cuales me han gustado mucho. Pero sin duda, necesito, aun, mucha más tranquilidad espiritual y mental. A veces cuesta mucho incluso eso (y a pesar de llevar cierto tiempo practicando técnicas de respiración o de meditación. Hace unos días no podía detener la mente ni dándome la cabeza contra la pared).
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Cuando hago yoga suelo poder detenerla, en cambio me cuesta mucho más cuando medito. Ahí sí enfrento luchas campales para detener el flujo de pensamiento, pero lo veo como un tema de intento perpetuo…
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Pues sí, es muy difícil, es cierto. De todos modos, aunque no puedo detener el flujo de pensamiento, siento que algo voy logrando, sobre todo porque el tiempo transcurre a otra velocidad. Siempre el tiempo de meditación me parece mucho más breve que el tiempo real. No sé si te ocurrirá lo mismo.
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Transcurre de manera distinta: muchas veces más rápido pero a veces más lento, cuando no logro concentrarme y me desespero!
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Soy un primo lejano, hago Tai-Chi desde hace 6 años y aunque conozco las aplicaciones marciales del mismo, prefiero la parte del Chi Kung previo y claro, la propia práctica que ya sabemos es muy suave, en permanente ida y venida de lo Yin a lo Yang. Como dice Triste Sina empecé por afuera y me ha ido tan pero tan bien para mis cervicales y lumbares «tocaditas» que estoy encantado. Con los años sigo intentando interiorizar un poco y cuando lo consigo soy feliz como lombriz ! me lo enseñaste tú 🙂
Eso sí, no pienso morirme sin haber intentado el yoga también.
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Yo al yoga no le he cogido el arte. Lo he empezado varias veces y debido a mi hiperactividad lo soporta su ritmo. Cada uno tiene lo suyo. Mil besos.
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Así es, por Fortuna en el mundo cabemos todos.
Abrazo
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Eres un cielo. Besitos.
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