San Luis Potosí, al centro de México, es un estado riquísimo. Además de la naturaleza que a cada paso estalla en el bufido de una cascada, en un paisaje
demasiado verde, en un agua tan transparente que no lo creería si no la viera, los potosinos son fascinantes y ocurrentes. Aquí tres personajes que se me quedaron prendados en este fin de año:
1. En un punto perdido de la selva donde vamos a la Cascada Tamul, César nos cruza el río en su lancha y es nuestro guía. Despintada y haciendo agua, la pobre
embarcación de madera lleva pintado el nombre: «La limosina». Me pregunto si él alguna vez vio una.
2. En otro punto igualmente remoto y perdido de todo beneficio estatal, una chiquita se ofrece a ser nuestra guía para llegar a la cascada Puente de Dios. Tiene siete años y se llama Gumersinda pero prefiere responder a «Gume». Es despierta, simpática, presume de subir y bajar los 200 escalones a la cascada unas nueve veces al día. Odia las fotos pero adora a su hermanito, de cuatro: con toda frescura cuenta que eran cinco hermanos pero dos se murieron. ¿Y qué hace con el dinero que gana como guía? «Compro mis lonches en la escuela».
3. A Santos, una anciana desdentada con la misma edad que la tierra y que arrea
ovejas en el campo, estos hijos de la ciudad le pedimos nos explique cuál es la diferencia entre una oveja y un borrego. Con dientes en nones dice: «Ah, muy fácil: una chiva es una chiva y un borrego… pos es un borrego». Más claro, ni el agua.


me gustó mucho tu vivencia relatada acá, y te deseo un hermoso 2014, en el que puedas concretar todos tus sueños
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Gracias, un abrazo y lo mejor para este año!!
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igual para vos… que todos tus deseos se cumplan
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Las tres anécdotas son estupendas, pero tal vez por esa ternura que nos despiertan los niños y los ancianos la de la niña conmueve y la de la anciana dan ganas de abrazarla mientras le dices ¡Pos claro…! (El acento lo pones tú).
Cariños y sigue con las crónicas, ya sabes lo que me gustan.
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Uf, apenas vuelvo a donde hay mejor señal de Internet. Esto de estar en medio de la nada es delicioso pero complica exponencialmente el posteo. Habrá algunas crónicas más, querido.
Abrazo
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Me alegro por ambas cosas: por las futuras crónicas y porque no tienes señal. ¡Olvídate del mundo querida! Nosotros seguiremos aquí.
Cariños.
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