Está oscuro y hace frío. Quisiera seguir durmiendo o, al menos, quedarme acostada, pero me levanto para ir a práctica de yoga. Es un tiempo que dedico a flexibilizar el cuerpo y la mente, hacer por mí lo que nadie más puede hacer por mí. Y aunque en clase sudo, me canso y hasta sufro, al salir siento que sonrío con piernas y brazos.
palabras a flor de piel 
¡Ahhhh! Esa sonrisa hecha de músculos y tendones agotados es de las mejores que se experimentan. Se sonríe para una misma.
Besos sonrientes y madrugadores, mi querida.
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Sabes bien de o que hablo. Sí, uno sonríe para una misma y es delicioso.
Besos que se sienten bien
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Y digo yo…..pero no hay otra hora menos intempestiva??
Buff que valor!!
Besos con alas
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Si no voy a esa hora luego me es imposible, entre el trabajo, la adolescenta, el novio, etcétera. Ni hablar.
Un abrazote
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Admiro tu fuerza de voluntad. Sí, ya sé que luego el día se complica y es una estupenda manera de comenzar el día. Envidio a las personas que van al gimnasio a las 7 de la mañana, antes de comenzar su jornada laboral. Yo a esas horas me siento incapaz. Enhorabuena por esa buena práctica.
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Todo es cuestión de crear el hábito, no creas que es tan difícil.
Un abrazo
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Hola Danioska,
También te admiro por tener estos buenos hábitos. Tu cuerpo y tu salud te lo agradecerán.
Yo no soy tan valiente, práctico deporte después del trabajo y una vez que lo haces regularmente, lo necesitas ……las endocrinas que liberas te duran todo el día!!
Un abrazo
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Riquísimo el cóctel endorfínico que genera tanto el yoga como el ejercicio.
Saludos y gracias por pasar
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flor de piel no se que es pero suena algo de flor de piel
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Puede ser tantas cosas como se quiera.
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