La sed humana por las historias no ha cambiado. No creo que cambie. Así, me parece que las nuevas tecnologías han fortalecido la literatura. Si bien yo aún prefiero los libros de papel, muchos amigos derivan placer y practicidad de la lectura electrónica. Internet permite que novelas, cuentos y poemas lleguen donde no hay librerías, además de acercar gratuitamente acervos enteros a miles de ojos. Eso en cuanto a la literatura concebida de manera convencional y volcada en plataformas digitales, pero además están las obras creadas para el mundo 2.0: narraciones interactivas, poemas que son juegos de video, instalaciones sonoras, poesía multimedia, creaciones en línea, videopoemas. Se trata de manifestaciones que traducen nuevas realidades a nuevos lenguajes. Igual que la experiencia humana, la literatura va más allá de un marco y conviene seguirla.
Bueno, pues este jueves 8 y viernes 9 de octubre, la Sala Carlos Chávez de la UNAM recibe el Simposio internacional Máquinas de inminencia: estéticas de la literatura electrónica. Se trata de un evento abierto al público, organizado por académicos de la UNAM y autores interesados en contextualizar esta manifestación artística, en especial, la literatura electrónica escrita en español (ovación de pie). Los principales ejes del debate son sus posibilidades creativas y estéticas, sus contradicciones, su inserción en el marco de la literatura impresa. El simposio inaugura cuatro meses de actividades que incluyen, entre otras, un ciclo de exposiciones en múltiples sedes, intervenciones en varios museos, además de un ciclo de charlas. Entre los participantes internacionales del simposio están Serge Bouchardon, Eugenio Tisselli, Amaranth Borsuk y Belén Gache, mientras de México participan Susana González Aktories y Mónica Nepote, entre otros.
Estoy apoyando a los organizadores del evento, gente muy querida y respetada por mí, en la difusión del mismo. Aunque las exposiciones e intervenciones son gratuitas, el simposio tiene un costo de recuperación de 300 pesos. Sin embargo, tengo algunos boletos de cortesía para gente interesada en el tema. Si quieres asistir, por favor mándame un correo cuanto antes a juliasant@yahoo.com.
Aquí dejo, como probadita, el WordMarket, proyecto digital de compra y venta de palabras desarrollado por Belén Gache, participante en el simposio. Esa una propuesta crítica, tiene humor, lleva a repensar conceptos como el copyright y la originalidad. Me encanta que la creación literaria rebase la convención y obligue a repensar el marco.
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Gracias por la difusión, querido!
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🙂 🙂 🙂
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Enhorabuena por la iniciativa. Recuerdo el asombro por la cantidad y la calidad de mucha de la oferta cultural de México que (al menos hace unos 25 años) no tenía nada que envidiar a las capitales europeas. También estuve en buenas manos, pero esa es otra historia. La imagen me ha dado dolor de cabeza. #comoloyes.
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Perdona los mareos y el vértigo de la imagen, ja. Y sí, la oferta cultural en México es variada y rica, mucha de ella paralela (o incluso perpendicular) a los canales oficiales de Conaculta y anexas. Por Fortuna hay mucha inquietud y caminos de exploración. Este simposio creo que da cuenta de ello, por eso me entusiasma particularmente.
Un abrazote
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