Así las cosas. Este pajarraco agudo y negro del argentino Martín Favelis dice lo que pienso: yo me imaginaba viviendo de escribir poesía, sin mayor preocupación, y no es precisamente el caso. Más bien, no es ni de lejos el caso. Dudo que algún día lo sea.
Me voy volando bajo con esta pregunta retórica, es decir, que se formula por mero deporte porque no espera una respuesta porque sabe que no la hay. Allá voy, tratando de esquivar los radares que con alarmas estridentes quieren recordarme que es lunes. Y yo con tan ánimo de viernes.
palabras a flor de piel 
Paso en este lunes muy lunes para mí a contagiarme de tu sonrisa y tu ánimo de viernes.
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Queridísima, contagiémonos y volemos bajito, para pasar desapercibidas hasta que llegue el viernes y nos sorprenda en un día acordado tácitamente por las dos.
Besos..
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Dejando de lado que, desde la antigüedad clásica hasta hoy servidor no tiene noticia de nadie que viva de de ser poeta (tal vez el oficio más ingrato)… a mí me parece que te lo estás montando maravillosamente. Amén de que yo te nombro, sin dudar y sin querer nada a cambio, poeta. Bienvenida al club de los que hemos aprendido a hacer limonada y la disfrutan hasta la última gota.
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Con ese título venido de ti, sin duda soy una privilegiada total. En eso estoy, en hacer la limonada más dulce que puedo de día y robarle ratos al sueño para bebérmela endulzada de luna mientras escribo de noche.
Besosssss.
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Qué pregunta es ésa? jajjaaa 🙂
Abrazo
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La que me hago con frecuencia, ja!!
Abrazos que, esos sí, no tienen dudas
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Ese es el dilema y en lo que consiste el libre albedrío, siempre tendremos libertad de elegir.
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Sí, bien lo dijeron los existencialistas: estamos condenados a ser libres. Ni hablar, aunque a veces uno quisiera no tener tal peso sobre los hombros…
Saludos
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De vida, no. De pensamiento, tampoco. ¿Entonces qué hacemos? Mira, hagamos lo siguiente: De vida, no. De pensamiento, tampoco.
A sus pies.
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Muy a pesar llegué a la misma conclusión que tú. Como dijo Sor Juana en la Respuesta a Sor Filotea: «ay de mí, trájeme a mí conmigo», qué le voy a hacer.
Muacs.
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