La noche tiene costas, bahías de calma que con frecuencia te incluyen. El día, las suyas, con sus propias reglas y vientos.
Yo navego entre paisajes, entre una y otra geografía, pero a veces soy quien flota a la deriva en una pequeña balsa.
Y trata de no enloquecer.
La vida es una travesias. En realidad siempre vamos a la deriva, aunque no lo sepamos. Por suerte, algunas veces tocamos puerto..
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y esos minutos se vuelven referencia de todo lo demás. Lo manchan.
Me gustaLe gusta a 1 persona