Para dominar la esgrima mental y el chingaquedito del doble sentido me inscribí en el Diplomado de Albures Finos con Lourdes Ruiz Baltazar, una tepiteña que asegura que jugar con las palabras afina los reflejos propios para la vida. A ver si es cierto. 1. Es una cabrona. “Y a mucha honra”, agrega Lourdes. EnSigue leyendo «Un día con la reina del albur (crónica urbana)»