
El ilustrador francés Voutch es de mis moneros favoritos. Hace años tuve que tratar con él y el tipo es realmente difícil a nivel personal, pero sobresaliente cuando se pone a dibujar y condensa en una o dos frases una situación sensible, como ésta: un tratamiento totalmente igualitario entre dos suele ser un exceso o muy poco, sobre todo en lo que toca a las relaciones de pareja.
Le viene bien ese enunciado iluminador tan mexicano: “qué tanto es tantito”, que quiere decir juguetonamente algo así como todo es absolutamente relativo. O quizá, con Voutch, habría que decir: “combien es tantito”.
Ahí está, para que el lunes deje de serlo tanto y se convierta en #LunesDeMonos.