Nenúfar y otras palabras favoritas

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Las personas que me gustan tienen dos grandes atractivos para mí: inteligencia y sensibilidad. Luego, algunas me atraen por lo que dicen sin hablar, algunas por sus ganas de vivir y un par, por tener siempre la sonrisa pegada a la cara. Otras, las menos, me gustan por su físico de postal. Igual con las palabras: muchas me fascinan por su etimología compleja, porque llevan cosidas resonancias históricas, porque significan cosas entrañables. Estas pocas me gustan por su «físico», es decir, su sonoridad: llenan de jugo la boca. Me basta y sobra esa razón para declararlas preferidas:

  • nenúfar
  • cornamusa
  • melusina
  • burbuja
  • mansarda
  • nebulosa
  • fumarola

(Sí, casi todas incluyen consonantes nasales m o n y líquidas l o r, además de que predomina la luminosa vocal abierta a. Dispensen la nota lingüística.)

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

12 comentarios sobre “Nenúfar y otras palabras favoritas

  1. No me parece haber leído nunca que alguién gustase de palabras por su físico -sonoridad- me parce interesante. He de confesar que ignoraba el significado de las siguientes: Cornamusa: Pieza de metal o madera que, encorvada en sus extremos y fija por su punto medio, sirve para amarrar los cabos; Melusina: Nombre Femenino de origen Griego.(Melusina es un personaje del universo imaginario medieval representado en la iconografía y arte de la época en su morfología feérica de mujer serpiente); Mansarda: Tejado en pendiente del que sobresalen las ventanas de las buhardillas. Es bueno que de cuando en cuando nos hagan trabajar el cerebro. Un abrazo

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    1. La cornamusa yo la conocía con el nombre «gaita» y la mansarda con el nombre «buhardilla» pero, como digo, lo que más me gusta es su sonido. Por eso ni siquiera añadí sus significados. Saludos!

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  2. Hace unos treinta años, la Real Academia Española se dio a la tarea de buscar la palabra más hermosa del idioma español (se ve que los muchachos tenían bastante tiempo libre). La elegida fue la palabra «madre». Recuerdo que Borges, cuando le preguntaron por ello, dijo que seguramente había primado el afecto más que el buen gusto (está bien, pegarle a los integrantes del R.A.E. es como robarles los dulces a un niño), pero que él prefería palabras como «ámbar», «jade» y otras que no recuerdo. Por supuesto que que Don Jorge Luis tenía razón, la prueba es tu lista; cualquiera de ellas supera a «madre» por lejos.
    Yo, en este momento, me atrevería a proponer «madrigal» (tanto por su sonoridad como por su significado) y hasta la misma palabra «palabra». Habría que seguir pensando y sumando.
    Y por lo visto, leyendo el comentario del amigo Arpon, la palma (ésta otra no está mal) se la lleva la «m».
    Me gustan estos juegos verbales.

    Nota: apenas pude traer a mi departamento unas cuatro o cinco cajas, pero en una de ellas encontré una serie de poemas (o «poemas» en algunos casos) que había escrito tiempo atrás. Uno de ellos tiene relación con el post y, si lo encuentro, el resto del comentario irá por mail.
    Carinos.

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    1. ¡Vaya barbaridad de los académicos! «Madre» no sólo no es una voz hermosa sino ni siquiera bonita. Que me perdone Borges pero «jade» no me parece nada especial. En cambio, «ambar» y «madrigal» son bellísimas. Mención aparte para «palabra»: en lo personal me en-can-ta pero siempre pensé que era porque estoy sesgada. Las palabras son mi pasión, mi obsesión, me divierten, juego con ellas, las puse en el nombre de este blog, son mi regalo favorito, qué te digo. Pero ya que lo dices, me emociona saber que sí: «palabra» es una palabra hermosa. Esto sí es metalingüística pura: usar el lenguaje para hablar del propio lenguaje. Cuánta felicidad…

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      1. Sin duda, creo que, más allá de todos los puntos en los que estamos de acuerdo o que tenemos en común, éste es el principal, tal vez el más profundo. El amor y la pasión por las palabras (no hay otros términos posibles), es el que más alegra y satisface en este cúmulo de cosas compartidas. Jugar con ellas, aprender a usarlas, buscar sus raíces etimológicas, saborearlas, emborracharse de ellas es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida.
        Cariños.

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      2. «Emborracharme de palabras es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida»: qué bien lo dices, con cuánta claridad. Lo suscribo al 100% y me alegro de compartir esa embriaguez contigo y otros locos como yo.
        Abrazo

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  3. Comparto tu gusto por la sonoridad de las palabras. Quizá no tiene mucho que ver, pero hoy en el ensayo salió la palabra «cesura», y me remitió inmediatamente a su familiar, «cesárea» y «César». Voy a hacer una listita de mis palabras y te la voy a mandar… Me gusta «estupefacto» por ejemplo… me gusta por explosiva y provocadora… Gracias por tu post!

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    1. Venga tu lista, ¡compártela! Tienes razón, «estupefacto» es fuerte, vibrante, como «barranca». Me encantará saber cuáles son tus favoritas… y tal vez copiarte algunas, jeje.
      Mi hija (15 años) está aquí junto y ya hizo su propia lista:
      hipogrifo
      pamplinas
      esponja
      pileta
      pingüino
      abracadabra

      Tiene buen gusto!!

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    1. Preciosa. Adoro cómo algunas palabras comunican con sonidos lo que significan: «hojarasca» es una de ellas, en efecto cruje al decirla. «Burbuja» es otra: pareciera que flota.

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