Cuando el teatro incendia la piel

incendios«Somos casas habitadas por un inquilino del que no sabemos nada. Nuestras fachadas son muy bonitas pero, ¿quién es ese loco presa del insomnio, que en el interior pasa las horas dando vueltas, apagando y prendiendo las luces?». Con estas palabras del autor libanés-canadiense Wajdi Mouawad (n. 1968) abre el programa de mano de Incendios, para dar paso a dos horas y media de teatro descarnadamente bueno, sin respiro.

Una mujer que llevaba cinco años sin hablar acaba de morir. En su testamento, pide a sus hijos gemelos que entreguen una carta a su padre (que ambos creían muerto) y otra a su hermano (cuya existencia desconocían). Eso los lleva a regresar a Medio Oriente y revisar su propia infancia, su historia familiar entretejida con la violencia, la injusticia, el dolor y el silencio. A partir de un texto bellísimo y con un trabajo actoral impresionante de Karina Gidi y muy atinado de Guillermo Villegas y Jorge León, la obra verdaderamente incendia la piel.

En alguna entrevista, Mouawad compara al artista con un escarabajo: ambos se alimentan de los excrementos de otros, del desecho sacan su fuerza, su vitalidad, transforman lo inmundo en un caparazón bellamente colorido… o en una obra de arte. Justo así con Incendios, que se presenta en el Foro Shakespeare: es bella a partir de lo putrefacto. Y si se le suma ir con la amiga más entrañable, para cerrar con plática en torno a una buena pasta, la noche no puede ser más redonda.

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Sitio web del Foro Shakespeare: http://carteleradeteatro.mx/2012/incendios/

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

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