
Es lunes de nuevo, aunque cueste digerirlo. Antes de entrar en materia pido una disculpa a la comunidad de este blog. La semana pasada estuve de viaje y dos factores se conjugaron para que prácticamente no pudiera postear ni subir fotos ni contestar comentarios ni convocar al #SábadoDeMúsica: uno es la antigüedad de mi teléfono inteligente (en vez de adquirir sabiduría, se ha vuelto irremediablemente idiota conforme pasan los años) y la otra es la mala señal de Internet en el corazón de la Península de Yucatán, donde me encontraba. Entre ayer y hoy, ya de vuelta, he tratado de compensar, poniendo orden en el blog y respondiendo los comentarios atrasados. En estos días subiré entradas adicionales sobre el viaje, que creo resultarán interesantes y apetecibles en más de un sentido, pero mientras va un cartón para animar el inicio de semana.
Es del chileno Alberto Montt, frecuente invitado a este espacio. Claro que me identifico con lo que dice, cómo no. He desarrollado una intensa relación amor-odio con mi teléfono celular. Lo necesito para comunicarme, para postear en el blog y en redes sociales, para tomar fotos, para hablar, pero lo odio porque cuando no me permite hacerlo. Sin querer he mandado todo tipo de errores en mensajes, en tuits, en respuestas a comentarios, un poco por el mínimo espacio para escribir pero sobre todo por el famoso autocorrector que decide por su cuenta. Así, un «como te decía, manda por favor tu respuesta cuanto antes» se convierte gracias a sus artes oscuras en «cómo te decía, mandá por favor tu respuesta cuánto antes». Malditos teclados miniatura y malditos celulares tan necesarios. Como el mío es idiota, seguro no toma represalias por mi exabrupto.
Da click aquí para ir a la entrada La vergüenza de tener un hijo feo, con cartón de Alberto Montt
Jajajaja, me pasa lo mismo!!!!. A veces tengo q poner seguidamente: tal cosa el tal, ¡este movil es…!. Mis hijos me dicen: pues quita el que pueda decidir él, pero debo ser un poco masoca o perezosa porque sigo igual, :-). Bs
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jaja, no eres tú, somos todos. Qué nos habrá pasado en el camino?
Me gustaMe gusta
🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Creo que la pare «smart» de los teléfonos languidece con los años. Es la obsolescencia, programada o no, y el precio que pagamos por vivir en la modernidad.
Un abrazo inmenso y ¡feliz lunes!
Me gustaLe gusta a 1 persona
La obsolescencia es totalmente programada. Somos víctimas de ella, a veces gozosas y a veces sufridas.
Abrazísimo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajajaja o tal vez sea tan cínico que cometa errores más evidentes! Llevo casi 2 años con smartphone y mi mayor queja es el miniteclado. Bienvenida!
Me gustaLe gusta a 1 persona
El mini teclado es alucinantemente retador.
Un abrazo solidario
Me gustaMe gusta
La caricatura es genial Y de los telefonos soo para comunicarme y poner me gusta. Besos y rosas
Me gustaLe gusta a 1 persona
Para eso son y para cientos de otras cosas, ese es justo nuestro problema hoy!
Abrazos, Rubén
Me gustaLe gusta a 1 persona
Vaya ahora entiendo porque me cambias el nombre de Ailidu a Allidu, que es por esto jajajajajajaja, no ya en serio se te extrañò dani!!!!!! 🙂 :D!!. divertido post, yo a cada rato tambièn me peleo con el teclado de mi celular
:P… (Abrazos)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jaja, claro, siempre hay que echarle la culpa a los teléfonos! Muchas gracias por «extrañarme», yo a ustedes. Mucho.
Abrazote
Me gustaMe gusta
Mi relación con los teléfonos no ses de «amor-odio», yo la definiría más bien como «odio-odio-odio-ligera simpatía». Me llevo bastante mal con toda la parafernalia técnica, sobre todo con la que hace que las personas se vuelvan estúpidas. Los «zombies electrónicos» al decir de Javier Marías, me parecen el epitome de la imbecilidad. Me llevo muy bien, por cierto, con mi laptop, pero porque hace lo que yo le pido, también he visto casos notables (sobre todo en muchos jóvenes) de idiotismo cibernético.
Mientras tanto esperamos tus próximas entradas peninsulares. Toma tu tiempo, y descansa que nosotros seguimos aquí.
Abrazos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
La mía sí es claramente de amor-odio. Las cuestiones técnicas me gustan, me interesan y en general no les entiendo mal, pero justo por lo mismo me desespero muchísimo cuando no funcionan como quiero/espero.
En fin, ya estoy de vuelta, querido amigo. Gracias por la espera.
Abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ajajajaj…. yo extraño mi blackberry….. Eramásfácilconteclas…. podiasponerespaciosyacentos…….. pero a no quejarse q estos aparatos deben ser usados enlo posible a nuestro favor, con inteligenica y nmm per q l pasa astemald tecl dom me desebec Ezequiel no esonoquisedemaldita no tú no q tu no a q ue me voy no ….no no q me doy ufffffff
Me gustaLe gusta a 1 persona
Je, creo haber entendido. Coincido en la Blackberry era más fácil de usar por las teclas que los teclados táctiles de hoy, pero debo confesar que no la extraño. La mía al menos tenía muchos problemas con la red, a cada rato me quedaba sin señal.
En fin, todo cambia tan rápido que en cualquier momento inventan otra cosa.
Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Siiii… hay que tomar la tecnología también con humor. Y estar al día. Aunque el panoramoa no es alentador. La cantidad de información que los dispositivos acumulan relezan y analizan sobre nuestras vidas es aterradora. En fin., que cuando más se conoce la tecnología más puede sacarsele provecho minimizando los riesgos. Que sigas bien Danioska!
Me gustaLe gusta a 1 persona
De eso trata este asunto, de aprovechar lo que se pueda y no dejar demasiados escombros en el camino. Un abrazo para ti
Me gustaLe gusta a 1 persona