Como soy muy pero muy brillante, descubrí hace tiempo un tesoro escondido: los cartones de The New Yorker. Es una de esas revelaciones que humildemente ofrecí al mundo a través de los #LunesDeHumor de este blog, sin interés de ser reconocida.
Bueno, pues he aquí uno de mis favoritos. Se me ha antojado aplicar el remedio, sin duda. A ver si así. Seguiré informando.
palabras a flor de piel 
JAJAJAJAJA…GENIAL!
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Veo que somos varios los que nos identificamos, ja!!
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Muy bueno, Julia😂😂😂😂. Bss
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Besos, Lurda de mi amor!
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