«La poesía es, en realidad, la palabra puesta al servicio de la embriaguez. Y en la embriaguez el hombre es ya otra cosa que hombre; alguien viene a habitar su cuerpo; alguien posee su mente y mueve su lengua; alguien le tiraniza […] Traiciona a la razón usando su vehículo: la palabra, para dejar que por ella hablen las sombras, para hacer de ella la forma del delirio«. Lo dice María Zambrano en Filosofía y poesía, pero yo leo la cita en María Zambrano. Desde la sombra llameante, libro de Clara Janés (El Ojo del Tiempo, Siruela), libro que recibí de regalo de mi querida Sandra Frid.
Es decir que tanto el ebrio como el poeta dejan que alguien más hable por ellos, los revele con palabras enloquecidas que rozan las sombras pero que, a veces, son un haz de luz. Qué gran manera de describir el desvarío de uno y otro.
palabras a flor de piel 
arañar la realidad en palabras es dejar que el mundo detenga el tiempo, escribir deja al alma liberada de sus demonios.
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No sé si escribir necesariamente libera de demonios, pero sin duda sí detiene el tiempo. O lo acelera. O lo detiene y lo acelera en el mismo instante.
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todo en eso en conjunto deja que el alma se vacié en letras, y así dejar que quien lea .. transforme esas palabras en sentimientos ..
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Maravilloso!! Así es yo diría que la descripcion. Un abrazo
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Por ahí va, sí.
Abrazos…
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Hace unos días alguien me pasó los datos referentes al libro de María Zambrano (el cual descargué de la red ante la segura imposibilidad de encontrarlo de manera física) sabiendo de nuestro encuentro dialéctico (el cual comenzó, recordarás, como un levísimo desencuentro potenciado por alguien de cuyo nombre no quiero acordarme). Supongo que esa persona lo vio aquí y me lo comentó; sea como fuere, le estoy agradecido. Veré si hago un hueco para leerlo cuanto antes.
Ahora sí, en cuanto a la cita de Zambrano que nos traes hoy, no hay más que asentir calladamente. La analogía es impecable y, conociéndote un poco, todos sabemos que en tu caso en particular ese símil es más que adecuado.
Un fuerte abrazo, borrachita querida.
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El libro es una maravilla, sé que los disfrutarás a morir (bueno, un poco antes). Y hoy, más borracha de lo normal, te abrazo.
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