Mi mamá, 84 flagrantes años, se va a vivir a una residencia de personas mayores (eufemismo para asilo de ancianos). Y yo no sé qué se me rompe por dentro. Tomó la decisión porque las rodillas le tiemblan de más y las escaleras de su casa tienen mirada traidora. Porque recientemente se ha caído varias veces. PorqueSigue leyendo «No sé qué se me rompe por dentro»