«Le véritable voyage de découverte ne consiste pas
à chercher de nouveaux paysages,
mais à avoir de nouveaux yeux».
-Marcel Proust
En algunas horas salgo de viaje de trabajo por varios días y asumo que nunca me había costado tanto subirme al avión. No estoy en mi mejor momento, siento la piel delicada, los brazos agotados, el alma vulnerable. Una enorme parte de mí hubiera preferido quedarse en casa, pero otra asume que el mundo sigue andando, que hay que fluir y no querer controlarlo todo (enorme lección que un día he de aprender).
En general adoro viajar. Me encanta la posibilidad de estirar mi capacidad de asombro, probar sabores distintos, ver todo desde un ángulo nuevo, enriquecerme con cosas que no sabía de mí y de otros. Claro que también está el frío de los aviones, la incomodidad de los aeropuertos, el cambio de huso horario, el temor a que algo salga mal. Me doy cuenta de que estoy justo a la mitad de un viaje interior, en condiciones similares: no estoy cómoda, las noches parecen eternas, siento temor y cansancio, tengo frío. Quiero pensar que, cuando llegue al destino, también me encantará lo que veré, sabré algo más de mí y de otros, habré ganado en experiencia, caminaré más sorprendida.
Ciertamente los viajes internos son los más duraderos, pero al final el destino al que se llega siempre es el mejor de todos
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Eso pienso, eso creo, confío en ello.
Gracias, saludos
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Vayas donde fueres, que disfrutes, que encuentres, que descubras, que sanes. Te diría que te pierdas un poco también, pero por las dudas esperemos hasta el viaje siguiente. Felices vientos y por aquí andaremos cuando regreses.
Ahora que lo pienso: ¿Vendrán nuevas crónicas? Mmmm… me relamo de placer anticipado…
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Gracias, querido Borgeano, esa es la apuesta. Respecto a las crónicas, me gustaría hacer algunas pero al ser un viaje de trabajo no sé si tenga el tiempo. Ya veremos. La novedad por el momento es que cancelaron el vuelo de ayer, de manera que sigo en casa. Salgo esta noche (se supone).
Abrazo
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Bueno, las crónicas puedes escribirlas a la vuelta. ¡No olvides el poder de las libretas!
Cariños y buen viaje.
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Mil gracias, querido, abrazo
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Lo mejor de los viajes interiores es que no hay ni planos ni guías, así que todo es siempre un descubrimiento.
Un saludo
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Eso es lo mejor y al mismo tiempo lo más retador para alguien que no se maneja bien en la incertidumbre (como yo). En fin, que pongo la mejor cara a cada nuevo día.
Abrazo
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Yo creo que cada viaje es una inversión, independientemente de si es por trabajo o placer, siempre acabas sacando algo que te deje un recuerdo o algo que conozcas y que te haga matizar tu viaje interior.
En todo caso buen viaje.
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Y de las mejores inversiones que uno pueda hacer, por todo lo que significan de cuestionamiento, salir de la zona de confort, adaptarse. Muchas gracias, aquí nos estaremos leyendo…
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Hola. Por aquí paseo, por tu blog tan diverso, entrar aquí también es un viaje, son sorpresas gratas y aprendiendo en cada renglón. Un abrazo.
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Gracias por la visita, qué gusto encontrarte por aquí.
Abrazo…
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